Sin salones, pero quieren estudiar

En la secundaria 5 de Chamilpa y la 14 de Miraval hacen falta instalaciones, pero no ganas de trabajar

Susana Paredes y Jessica Arellano

  · miércoles 22 de agosto de 2018

Tienen la meta de estudiar a pesar de las condiciones / Fotos: Jackeline López

A 11 meses del sismo del 19 de septiembre, en las secundarias número 5 “Lic. Adolfo López Mateos” del poblado de Chamilpa y en la secundaria 14 “Profesor José Vizcaíno Pérez”, ubicada en la colonia Miraval de Cuernavaca, los estudiantes iniciaron nuevamente su ciclo escolar en aulas provisionales, entre edificios a media rehabilitación y algunos olvidados por las autoridades. Sin embargo, reflejaban emoción y nerviosismo por esta nueva etapa.

La directora de la secundaria No. 5, Ofelia Fernández Delgado, expresó que todavía existen dos edificios que deben rehabilitarse: uno que será entregado dentro de un mes, mientras que otro, que se localiza en la entrada del centro educativo, no puede comenzar las labores por falta de presupuesto, por lo que tras el siniestro tuvieron que trasladarse a un predio que les fue prestado por bienes comunales, pero las condiciones cada vez eran más complicadas, especialmente por las lluvias.

Recordó que desde enero reanudaron las labores dentro de la escuela, pero utilizaron la cancha trasera y delantera para instalar las aulas móviles, que fueron donadas por el Instituto de la Educación Básica del Estado (IEBEM) y por los docentes para recibir a los estudiantes con la esperanza de soportar el mes que falta para entregarles el inmueble.

“No es la misma comodidad, pero el buen maestro trabaja a pesar de las inclemencias del tiempo, y aquí en esta escuela hay magníficos maestros que tuvieron que adecuar tiempos y circunstancias para trabajar. Generalmente, los alumnos no se quejan de esto, comprendieron muy bien nuestras circunstancias”, expuso.

Con incomodidad pero sin desantender su deberes, estudiantes y docentes pasan las horas de clase en las carpas que fungen como aulas de la escuela secundaria número 5 “Licenciado Adolfo López Mateos” de la comunidad de Chamilpa.

El sismo del 19 de septiembre dañó los dos edificios de aulas de la secundaria, ubicada en el Norte de la capital morelense, por lo que instalaron 18 carpas reforzadas que fungen como aulas y en las cuales reciben clases los alumnos.

“Después del sismo, esta escuela no ha dejado de trabajar ni un día, los maestros se aplicaron a instalar las carpas, estamos trabajando con un horario normal, con todos los alumnos y con nuestros proyecto, y en espera que nos entreguen el edificio que arreglaron”, expresó Ofelia Fernández Delgado, directora del plantel educativo.

La secundaria cuenta con alrededor de mil 200 alumnos, 113 conforman el personal y entre 78 a 80 maestros frente a grupo, a quienes les serán entregados los edificios, por lo cual organizan un programa para pintar la escuela de manera artística, por lo que pidieron a la ciudadanía y al sector empresarial que si desean donar algún tipo de material será bien agradecido.

Por su parte, los alumnos aseguraron que las incomodidades no han sido pretexto para no estudiar, al expresar su entusiasmo por el inicio del ciclo escolar y la esperanza de pronto regresar a las aulas.

Además, reconocieron la labor de los docentes y demás personal de la escuela para mantener las mejores condiciones, ya que desde muy temprana hora llegan para barrer el agua que se acumula por las lluvias, además el segundo día de clases encontraron nuevas carpas que fueron reforzadas para evitar que se acumule agua.

Asimismo, en la secundaria 14 “Profesor José Vizcaíno Pérez” de Cuernavaca, la directora, Yolanda Salgado Urióstegui, indicó que a pesar de no contar con aulas y una escuela regresaron muy contentos a clases, situación que se vio reflejada también en los alumnos, quienes llegaron muy puntuales para iniciar labores, hacer honores a la bandera y conocer a los de nuevo ingreso, a sus profesores y compañeros.

Confirmó que aunque no cuentan con un inmueble establecido, la lista de espera para ser parte del centro educativo sigue creciendo, en especial para primer año. “Al contrario, tenemos una gran demanda, salones hasta el tope y bastantes alumnos queriendo ingresar, pero ya no tenemos cupo porque somos una escuela pequeña. Sólo trabajamos turno matutino 12 grupos, estamos esperando respuesta de nuestras autoridades para tener un quinto grupo de primer año”, indicó.

La secundaria tiene más de 40 alumnos por grupo, de los cuales para ingresar a primer año hicieron sus exámenes de admisión en las aulas provisionales que están instaladas en las canchas entre el predio de la secundaria 14 y la secundaria 1. Para Oliver Flores Gutiérrez, estudiante de primer grado, la falta de edificios o salones no es un problema, ya que no se nota tanto la diferencia entre un aula móvil y un salón normal.

Contó que se levantó a las 6:00 para llegar a las 7:30 horas a su nueva secundaria, estaba nervioso, pero a lo largo del día la sensación disminuyó al conocer a sus nuevos compañeros y docentes que los acompañaran en este nuevo ciclo escolar. Decidió inscribirse al haber más niños que en su primaria, al tener maestros más agradables e impartir clases de buen nivel curricular. “Me siento bien, contento y preparado para iniciar la secundaria. La escuela esta muy padre, muy grande, y los maestros son muy buena onda, ya tengo amigos”, dijo.

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