A casi 80 años de la publicación del primer estudio científico acerca del autismo, esta patología sigue siendo incomprendida por gran parte de la sociedad, desde las instituciones educativas y salud que no están preparadas para atender a los niños con este diagnóstico, hasta sus propias familias y círculos cercanos, que se ven impedidos para estrechar lazos emocionales con ellos.
De acuerdo con Fermín Morales Velázquez, director general del Hospital del Niño y el Adolescente Morelense (HNAM), la frecuencia de casos de autismo en Morelos es de alrededor de 60 casos por cada 10 mil niños. Actualmente, el HNAM brinda atención a 40 niños de manera multidisciplinaria.
Es un abordaje de varias especialidades: pediatría, nutrición, psiquiatría, neuropediatría, psicología y si requiere de otro especialista, también se brinda
¿Qué es el autismo?
El autismo es una de las condiciones patológicas que se encuentran dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), que se caracteriza por deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos, asociadas a patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Para la profesora Bárbara Negrete León, directora de Discapacidad en el Colegio Multidisciplinario de Morelos, con sede en el municipio de Cuautla, los síntomas empiezan a observarse a partir de los tres años de edad del niño. Inicialmente, los padres de familia perciben ciertos comportamientos y conductas distintas, lo que requiere la intervención de un especialista:
Porque no hay palabras, no hay contacto visual ni respuesta a los estímulos, entonces, a partir de ahí, se puede ir sospechando: les molesta el roce de la ropa, las etiquetas, ciertos alimentos
Para los padres, el primer paso es aceptar la condición autista de sus hijos. Una vez dado ese paso, existen varias opciones para buscar ayuda.
Los problemas
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las familias vinculadas al TEA es la escasez de instituciones educativas y de salud que pueden atender a niños autistas. En algunos casos, el personal de los Centros de Atención Múltiple (CAM) está capacitado para recibirlos en sus aulas. Cuando no es así, los padres pueden recurrir al apoyo que ofrecen los grupos civiles enfocados en la atención de personas con discapacidad. Pero algo es un hecho: las escuelas federales todavía no están listas para atenderlos:
"Los maestros no tienen recursos, no le pueden tener la atención a un pequeñito con una discapacidad y dejar al resto de su grupo", considera Bárbara Negrete.
Para siempre
El TEA no es una condición que desaparezca, pero tampoco es una limitante para tener un desarrollo profesional y personal exitoso: actores, cantantes, investigadores y científicos con autismo y Síndrome de Asperger (la categoría más amplia del TEA) han logrado destacar en su juventud y su madurez más allá de esa condición.
"El límite siempre lo pone la sociedad, la ignorancia de nosotros como sociedad, nos hace falta la cultura para dejar de señalar y poner etiquetas", concluye Bárbara Negrete.