Todo empezó en 1977, cuando George Lucas asombró a toda una generación con una película que mostraba escenas en el espacio y las atmósferas de otros planetas: Star Wars: Una Nueva Esperanza. Más allá de la historia, que encontró su culmen en el episodio siguiente, los niños y adolescentes de aquella época quedaron maravillados al ver, uno tras otro, escenarios con androides como protagonistas, bebidas imposibles y la posibilidad de que, algún día, todo eso fuera realidad.
Han pasado más de 40 años desde entonces, y aunque el ser humano todavía no ha podido explorar otros planetas en carne propia, algunas de las tecnologías mostradas en la saga de Star Wars ya forman parte del presente, y otras parecen prepararse para hacerlo en un futuro no muy, muy lejano…
Robots
Cuando inicia la primera película, lo primero que hace el director es presentarnos a R2D2 y C-3PIO, la pareja incondicional de androides que ha estado presente en todas las películas de la saga, especializados en labores mecánicas, en el primer caso; y en la interpretación de lenguas, en el segundo. Hoy, el hombre puede presumir de haber desarrollado a Bot Chef, un robot de la empresa Samsung que puede cocinar e interactuar con las personas; o a Pepper, un robot de compañía capaz de interpretar emociones humanas, desarrollado por la empresa de telecomunicaciones japonesa SoftBank Robotics.
Hologramas
Lo segundo que nos muestra George Lucas en aquella primera película es a la princesa Leia. Pero no la vemos directamente a ella, sino a través de un holograma, el principal medio de comunicación mostrado en toda la saga. Si bien hoy el uso de hologramas no ha llegado a ese punto, han ocurrido cosas que no dejan de recordarnos a la “guerra de las galaxias”, como cuando, ya muerto, Michael Jackson ofreció un concierto en 2014 a través de un holograma; o cuando, en 2017, el político francés Jean-Luc Mélenchon pudo estar presente en varios mítines gracias a esta tecnología.
El cuerpo humano, reemplazable
Si a los amigos de Luke Skywalker pareció no costarles trabajo reemplazar su mano, con todo y movilidad y sensibilidad en los dedos, después de que Darth Vader se la cortara, la ciencia ha dados varios pasos también en este aspecto: gracias a la impresión en 3D, instituciones como la Universidad Computlense de Madrid han logrado imprimir huesos y cartílagos con éxito, un avance que podría mejorar la calidad de vida de las personas que hayan sufrido una amputación en su pasado. En 2017, investigadores de la Universidad de Houston también lograron crear piel capaz de sentir frío y calor de forma artificial.
Puede que hoy las primeras películas de Star Wars parezcan técnicamente anticuadas. Sin embargo, nadie puede negar que aquella trilogía hizo que muchos soñaran con un futuro lleno de posibilidades. En 2017, Cartsten Welsh, director del Departamento de Física de la Universidad de Liverpool, reconoció que la saga había inspirado a varios científicos a ampliar los límites de la física, con proyectos que hoy pretenden eliminar el cáncer con protones o el desarrollo de aceleradores de plasma con aplicaciones industriales, con un uso de la energía similar al de los sables de luz.