Ciudadanos y comerciantes resienten el cambio de horario, algunos tuvieron que dormirse antes para poder levantarse para sus activadas cotidianas.
Pedro vendedor de periódicos dice que abrió su local más tarde de lo acostumbrado, dice que es un descontrol cada cambio de horario.
Jesús, vendedor de raspados pide que ya no haya más cambios de horario pues “no se ahorra” porque con la pandemia la gente está en casa y gasta más luz; para instalar su puesto llegò una hora más tarde.
Raúl, oficial de Tránsito de Cuernavaca dice que es “cuestión de acostumbrarse” pero al menos este primer día llegó minutos después de su hora de entrada.