Estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y de La Salle trabajan en coordinación con el grupo AT Arquitectos en la recuperación del balneario La Cascada, en Cuernavaca.
"Nos dimos a la tarea de buscar las necesidades que se dan en la ciudad a causa de todo el abandono y descuido de las instituciones, y decidimos trabajar en el balneario La Cascada, que tiene un potencial increíble, pero que ha estado olvidado durante mucho tiempo", expresó Antonio de la Torre, director general de AT Arquitectos.
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El proyecto contempla la remodelación de algunas áreas del balneario para que sea más atractivo para los visitantes.
"Para nuestros proyectos sociales, buscamos qué necesidades se tienen en Morelos, y, como arquitectos y diseñadores, sumarnos trabajar y darle soluciones. En esta ocasión, trabajamos con una comunidad de 120 ejidatarios para restaurar este balneario que sigue abierto, pero es poco conocido; generalmente lo visitan adultos mayores que acuden a las albercas como parte de sus terapias de sanación, y algunos más como recreación", afirma.
El balneario La Cascada sufrió de un deterioro en baños y vestidores, por lo que el proyecto se enfoca en su remodelación a través de la propuesta de materiales económicos e innovadores para que el espacio luzca más agradable y confortable.
"Se entregó una propuesta de remodelación de baños, vestidores, y a parte una instalación que quieren hacer para una ducha. Lo más bonito es que a partir de ese trabajo surge el confrontar a estas dos instituciones (UAEM y La Salle) con estudiantes muy diferentes, ya que cada universidad tiene su propio método y plan de estudios".
Resaltó que los ejidatarios les solicitaron también un proyecto para implementar cabañas habitaciones, y en lugar de entregar una sola propuesta, armaron equipos de dos personas para diversificar las propuestas.
"Cada equipo presentó una propuesta, y los ejidatarios se dejaron guiar y asesorar por el trabajo de los chavos. Además, los mismos ejidatarios son quienes elegirán la mejor para desarrollar, y en agradecimiento recibieron una impresora en 3D para facilitar el equipamiento y material de su universidad".
Los estudiantes en colaboración con AT Arquitectos han desarrollado este proyecto desde agosto de este año. "Este proyecto es una responsabilidad mayor, porque ya no es algo hipotético, pero contamos con el apoyo de los arquitectos en todo momento. Otra cosa a la que nos enfrentamos es trabajar con personas de otra universidad que tienen una metodología de estudio o ideas muy distintas, pero aprendemos de todos y nos ayuda a salir de nuestra zona de confort", dijo Nallely Olvera, estudiante de Arquitectura en La Salle.
Asimismo, la parte del trabajo social ha sido muy importante ya que les permite desarrollarse en su ámbito profesional y, desde su trinchera, aportar un granito de arena a la ciudad y a su gente.
"El proyecto ha sido todo un reto; hemos aprendido cosas nuevas con ayuda de los arquitectos; es buen equipo para aportar ideas y decidir qué es lo mejor. Desarrollar una actividad social es muy importante y una oportunidad muy grande en lo profesional", dijo Raquel Chávez, estudiante de Diseño Gráfico de La Salle.
Desde su labor, Antonio de la Torre y su equipo consideran fundamental la suma de conocimientos y de energía de los jóvenes para los proyectos sociales.
"Es interesante ver cómo las nuevas generaciones quieren aportar algo a su comunidad, con ideas nuevas, frescas e interesantes. Debemos reconocerles que siendo universitarios, tienen esa pasión y amor por lo que hoy estudian y lo que será su trabajo profesional", comentó Ricardo Daniel Ramírez, arquitecto y asesor del proyecto.
Antonio de la Torre hizo una invitación a que más despachos, colegios y facultades se involucren en problemas reales del estado, y que, desde su labor como profesionistas, aporten un granito de arena en la reconstrucción social.
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