A lo largo de tres kilómetros del tramo de la carreta Alpuyeca-Jojutla, cada domingo se instala el tianguis de Xoxocotla. Desde hace tres décadas, los comerciantes toman un carril de cada sentido para instalar sus puestos reduciendo a dos carriles la carretera, lo que hace complicada la circulación y pone en riesgo a los peatones. Hasta el momento, ni el gobierno del estado ni el del municipio indígena han podido ordenar a los tianguistas.
El mayor peligro es para los peatones, pues muchas veces atraviesan la carretera sin tener el más mínimo cuidado, por lo que los conductores deben extremar precauciones ante la falta de elementos de vialidad que vigilen la zona.
La carretera Alpuyeca-Jojutla es de cuatro carriles amplios, sin embrago, cada domingo, desde hace más de tres décadas este tianguis, que abarca desde los límites de Alpuyeca a la bifurcación a Tequesquitengo, lo convierte en una vía de dos carriles, generando tránsito lento y algunos altercados entre los conductores y algunos habitantes del municipio.
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Este tianguis es uno de los más grandes que se ubican en el estado. Hasta este lugar llegan comerciantes de distintos puntos de la entidad.
Cada domingo, las calles principales de Xoxocotla son cerradas a la circulación para instalar el tianguis, donde ofrecen desde frutas, verduras, abarrotes, carne, frituras, ropa, calzado y hasta enseres domésticos, sin embargo, los puestos se multiplican con tianguistas que se instalan en las laterales de la carretera para ofrecer productos que rematan de segunda mano, desde muebles hasta refacciones, ropa, electrodomésticos y artículos para el hogar.
Pero no es lo único que ofrecen, también se ubica un mercado de animales domésticos y otros como mulas, chivos, gallos, potros, borregos, conejos, así como alimento para animales.
En los tres años que lleva el Concejo Municipal, presidido por Leonel Zeferino Díaz, no se ha logrado obtener un padrón de los comerciantes que llegan cada domingo a instalarse en la zona, pues son varios grupos los que controlan diferentes tramos de la carretera, además de que los mismos propietarios de predios aledaños dan autorización, con el cobro de una cuota, para que los tianguistas puedan instalarse, impidiendo que la autoridad regule este tipo de comercio.