Artesanos, payasitos y productores acuden al tianguis dominical de Xoxocotla, pese a la inseguridad y falta de filtros sanitarios, los artesanos llevan su productos y se enfrentan a mercado donde les regatean el precio de sus productos, hay más tianguistas que consumidores y a estos se suman uno que otro vivales, que andan pidiendo “apoyo” para sus enfermos y ladrones que al menor descuido se roban bolsas o monederos.
El Tianguis que se extiende en las laterales de la carretera Alpuyeca-Jojutla, ocupa varias calles del centro de la cabecera municipal, especialmente de la avenida Constituyentes, donde solo dejan hay tianguistas en los dos extremos de la calle y en el centro, por lo que los reducidos pasillos favorecen las aglomeraciones y los robos. Entre vendedores de frutas, verduras, semillas, puestos de carnes, de alimentos, encontramos productores de plantas, artes, vendedores de casos de diferentes tamaños, de comales, semillas, abarrotes y una gran cantidad de artesanos.
Desde mujeres que venden servilletas bordadas, molcajetes de piedra, tejolotes, alcancías de cerámica pintados con personales de las series infantiles, y con vistosos colores, hasta vendedores de pabellones contra mosquitos, vendedores de utensilios de madera, entre muchos otros que van en busca de encontrar un mercado para sus productos.
Un niño que vende alcancías de barro pintadas, advierte que pide 70 pesos, pero que todos le piden rebaja y terminan vendiéndolas en 60 pesos o en menos, se trata de Daniel que a sus escasos 8 años, deja una de las colonias de la capital del estado, para cada domingo salir a ofrecer sus alcancías, en este tianguis, la mayoría de las alcancías son marranitos que igual decora como los personajes de series o caricaturas, así que entre sus marranitos tenía una de “Hello Kity”, “Batman” “la mujer maravilla”, “Bob esponja” “oso panda”, total que una alcancía de marranito pueden pintarlo como su personaje favorito.
Y en medio de este tianguis encontramos un par de payasitos que no acuden cada domingo, ellos hacen globos con figuras que regalan a cambio de una moneda, “el payasito Feliz” y “Que bonito patas chuecas” refieren que entran a las “Cocinas” y hacen un espectáculo a cambio de la moneda que les quieran dar los comensales. Y aunque con esta pandemia del Covid-19 se les cayó el trabajo, son pocas fiestas donde los contratan, han aprendido a ganarse la vida saliendo a las calles, o los tianguis de toda la zona.
“No siempre venimos a este tianguis, vamos a diferentes lugares, los globos son a cambio de unas monedas” saliendo a trabajar, saben que él y su hijo se ganan la vida repartiendo sonrisas y reconocen que el riesgo de contagios es muy alto, pero tienen que salir a trabajar procurando la sana distancia. Reconoce que hay altas y bajas, pero siempre sale para comer.
En otro extremo del tianguis, encontramos a una familia de artesanos que trabajan el henequén, o ixtle, son vecinos del municipio de Tlaltizapán de la colonia Palo Prieto, quienes venden una gran variedad de canastas y cunas de moisés, muy apropiados para la presentación del niño Dioses el dos de febrero, día de la Candelaria, o para arreglos.
Refieren que llevan 20 años trabajando este material que es fibra de maguey que consiguen en la ciudad de México, y en sus casas se ponen a elaborar esta canastas que mucha gente busca para arreglos de mesas o para regalos, todo depende de la temporada, pero en estas fechas sirven para presentar al niño Dios.
Ellos tampoco acuden a este mercado cada domingo, van a diferentes lugares, y reconocen que ya donde quiera no respetan sus precios, les alegan y ruegan porque les den más barato, y reconocen que las ventas están muy bajas, pero confía que puedan vender en el trascurso del día.
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