La fe y la tradición no cambian conforme las generaciones, afirmó Alejandro, quien se dedica a la confección de prendas de ropa por temporada. Él viene cada año desde Capulhuac de Mirafuentes, Estado de México, a vender en el Zócalo de Cuautla los trajes típicos de indita y de Juan Diego que su familia elabora; Alejandro llega cada 9 o 10 de diciembre a hospedarse en algún lugar de Cuautla para vender.
Desde hace más de diez años su familia se dedica a la elaboración de prendas de temporada; en un pequeño taller elaboran disfraces y vestimenta para toda la familia de acuerdo a la temporada, desde disfraces de animales para los desfiles de primavera, hasta ropa típica para las celebraciones de septiembre, entre otras.
Para la elaboración de trajes típicos para el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, ellos comienzan a elaborar los trajes con tres meses de anticipación, Alejandro califica el proceso como manual, pues son manos mexicanas las que cortan la tela, la cosen, hacen los diseños; son alrededor de cinco fases para que la ropa llegue a los mercados y calles.
Indicó que hasta la fecha las ventas de los trajes típicos van muy bajas, pese a que tiene precios muy accesibles, dependiendo la talla y la elaboración de los trajes, varían desde los 60 hasta los 250 pesos, y si la persona desea agregar más accesorios como morral, huacal, chiquihuite o canasta el traje completo puede incrementar de los 150 a los 350 pesos promedio.
Destacó que aunque radican en otro estado, él y su familia se sienten más identificados y contentos en Cuautla, pues además de que es un lugar que les permite trabajar, ellos también dejan una buena inversión en los comercios y prestadores de servicios, pues pagan alojamiento, comida y otros servicios básicos.
La gente nos critica y dice que nosotros hacemos nuestro agosto, pero eso no es cierto, nosotros como comerciantes cumplimos con los pagos que nos pide el Gobierno municipal, ayudamos en la economía pues rentamos algún cuarto mientras estamos aquí, consumimos de su comida entre otras cosas, muchas veces solo sacamos los costos de inversión
A sus 42 años, Alejandro tiene dos hijos: un joven de 15 y una niña de 13 años, sin embargo, la fecha del 12 de diciembre es muy importante para su familia.