Mónica Méndez Rodríguez es una ama de casa que hace cinco años se integró al proyecto Llanta Philia, que busca dar un nuevo uso a los miles de neumáticos que son desechados todos los días.
El proceso de convertir lo que muchos llaman basura en arte, expuso, le lleva aproximadamente cinco días, aunque siente que “la recolección de llantas lo más difícil, ya que puede llevar de uno a dos días completos la búsqueda de estos artículos”; además, comentó que muchas veces las encuentra en vías públicas, terrenos baldíos o en vulcanizadoras que no cuentan con estrategias para deshacerse de su basura.
Ella recolecta únicamente las que todavía cuentan con los alambres dentro de la estructura del neumático, no obstante, utiliza cualquier tipo de llanta como bicicleta, moto, carretilla , carro, camión , tráiler , tractor y dodo lo que tenga llantas.
Dentro de la gran variedad de productos que ofrece se encuentran mesas, sillas, bancos, columpios, macetas, y lo que considera su producto estrella: las camas para mascotas, que es lo que más le encargan.
Asimismo, dijo que para cada diseño traza y corta todas las llantas para después realizar un proceso de limpieza y desinfección en el que se lleva aproximadamente un día, continuar con el armado de las piezas y después crear la decoración, la cual depende muchas veces del cliente; a pesar de que es su parte favorita, también es lo que más tarda en hacer, pues algunas llevan muchos detalles.
Mónica explicó que “es muy gratificante el trabajo, sobre todo la cara de sorpresa de los clientes cuando ven su producto terminado y como ellos lo pidieron”. También afirma que contribuir al medio ambiente ha sido una de las mejores cosas que ha hecho, por eso pone todo el empeño y la dedicación en su trabajo que admite también es su hobbie.
Sin embargo, enfatizó que muchas veces el ritmo de consumo no permite ver el daño que se está generando al medio ambiente; por tal motivo, ella busca hacer una diferencia con un material altamente contaminante.