El rector de la UAEM, Gustavo Urquiza Beltrán anunció que ha sido recurrente en algunas instituciones de nivel superior que el subsidio de inicio no alcance para operar durante todo el año por lo que al cierre del mismo, no se cuenta con los recursos para el pago de las catorcenas y del aguinaldo de los trabajadores.
Como resultado del diagnóstico integral de nueve universidades públicas estatales en situación financiera crítica en las que participaron la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) y la Asociación Mexicana de Órganos de Control y Vigilancia en Instituciones de Educación Superior (Amocvies), dieron a conocer las principales causas del déficit financiero que presentan estas instituciones de educación superior.
La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) se encuentra entre las nueve universidades públicas en crisis, que durante el periodo 2013-2018 y al igual que otras universidades públicas estatales, recibió ampliaciones líquidas extraordinarias, tanto por parte de la federación como de sus gobiernos estatales, con el propósito de cumplir con sus obligaciones salariales y cubrir el déficit de operación el cierre del año.
Para las nueve universidades en crisis, la evolución del presupuesto federal y estatal estuvo disociada de su expansión educativa.
Además, las universidades presentaron en los últimos cinco años la expansión educativa con la apertura de unidades académicas ubicadas en distintas regiones de sus respectivos estados, lo cual requirió de la ampliación de la planta académica y administrativa.
Para el caso de la UAEM, presentó una variación porcentual entre el crecimiento de la matrícula del 74 por ciento, mientras que el subsidio público ordinario fue solamente del 1 % en ese periodo. Es decir, el crecimiento de matrícula superó por mucho el subsidio recibido.
Todas las universidades reportaron que se hicieron cuantiosas inversiones en infraestructura, sin que el subsidio ordinario hubiera aumentado en la misma proporción para atender las nuevas necesidades de docencia, investigación y difusión de la cultura, sumado a ello, a partir de 2015 el monto de los recursos de los fondos extraordinarios también disminuyó, con una variación en conjunto, de -74 por ciento en promedio.
De acuerdo con la información presentada por las universidades del presupuesto entregado a las instituciones de educación superior, el porcentaje de participación Federación-Estado fue variable, e incluso para la UAEM la participación del estado disminuyó en esos años.
A nivel interno, los factores causantes del déficit de las universidades y en el que coinciden muchas de ellas, es el número de plazas de personal contratadas que superan las reconocidas en los convenios de apoyo financiero que firman la SEP, el gobierno estatal y la universidad.
En conjunto para las nueve universidades, se estima que se tienen contratadas 2 mil 500 plazas académicas equivalentes de tiempo completo, 8 mil 500 plazas administrativas y más de 300 mil horas de profesores de asignatura, que exceden lo establecido en dichos convenios; el costo se estima en 2 mil millones de pesos, que equivale a la tercera parte del déficit acumulado de las nueve instituciones.