Solo 20 estudiantes se han registrado como vendedores oficiales ante la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM) en el campus Chamilpa de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
No obstante, el número de vendedores podría ser mayor, ya que también hay personas ajenas a la universidad que realizan esta actividad. Adriana Guadarrama Salgado, presidenta de la FEUM, informó que están en proceso de regularización para garantizar la salubridad y seguridad de los usuarios.
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“Gracias a la Secretaría de Seguridad Estudiantil que tenemos dentro de la FEUM, David Duque se está encargando de promover que los vendedores estudiantes, específicamente dentro de la Universidad, tengan un mejor espacio y condiciones”.
Aunque no se han recibido quejas formales, la FEUM considera importante controlar esta situación, ya que el acuerdo inicial era que solo los estudiantes podrían vender productos y alimentos para apoyarse económicamente. Sin embargo, hay personas ajenas a la comunidad universitaria que entran y salen del campus todos los días para realizar ventas. Desde el año pasado, la administración anterior tenía como meta ordenar esta actividad, pero no logró concretarlo.
La presidenta aclaró que la FEUM no tiene la autoridad para intervenir directamente con los vendedores externos, pero sí puede hacer observaciones y comentarios a la administración central. Además, se encargarán de actualizar el padrón de vendedores y retomar el manual de procedimientos para su regularización, que la anterior administración dejó sin elaborar.
El objetivo no es eliminar el comercio local, especialmente el que se ubica entre el edificio principal y la Facultad de Contaduría, sino tener control sobre qué se vende, en qué horarios y de qué manera, sobre todo cuando se trata de alimentos.
“Todo esto procurando la salubridad y que los estudiantes puedan tener acceso a estos comercios y velando por el bienestar de los vendedores. Hemos notado que hay vendedores ambulantes que no pertenecen al estudiantado, esa responsabilidad no nos toca a nosotros”.
Guadarrama Salgado insistió en que no se les negará a los estudiantes la posibilidad de generar ingresos, ya que muchos de ellos, incluyendo foráneos, dependen de estas actividades para solventar sus gastos. Sin embargo, es responsabilidad de los vendedores cumplir con medidas de seguridad que protejan al consumidor.
La administración anterior había planteado la idea de otorgarles gafetes o distintivos para facilitar su identificación, y es posible que esta iniciativa se retome.
Por ahora, están en proceso de socializar con los vendedores para crear un padrón oficial que será presentado a rectoría. Por ejemplo, en el estacionamiento del edificio principal, una mujer mayor vende recipientes de plástico, mientras que otra persona ofrece atole y café desde la cajuela de su automóvil por las mañanas.
La FEUM también demanda mayor seguridad en el campus, lo que hace necesario que la administración central tenga conocimiento de quiénes entran a la universidad solo para vender, y que también los estudiantes puedan identificarlos por su propia seguridad.
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