Ante el evidente caos que se registra en los pocos centros de verificación vehicular por la falta de capacidad para atender a todos los automovilistas que tienen que cumplir con esta obligación, lo que ha derivado en prácticas de corrupción, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad, Rafael Rueda Moncalían, urgió al secretario de Desarrollo Sustentable, Constantino Maldonado Krinis, a intervenir ante las autoridades federales para solucionar el problema.
El representante ciudadano hizo un recuento en 10 puntos sobre lo que están padeciendo los propietarios de vehículos que tienen que verificar sus autos, ya que solo hay cinco centros de verificación vehicular en todo el estado, cuatro de estos en la zona metropolitana de Cuernavaca y uno en Cuautla, por lo que de manera evidente, el número de centros de verificación es insuficiente para los más de 350 mil vehículos matriculados en el estado.
Rueda Moncalían expuso que es cosa de todos los días ver largas filas de vehículos para ser verificados a la entrada de los centros, mismas que ocasionan problemas de circulación, así como a los vecinos, señalando al respecto que la ubicación de los centros debe considerar esa problemática.
Además como cuarto punto de esta problemática planteó que es mucho el tiempo que se emplea para realizar el trámite de verificación incluso para los que tienen cita y mucho más para los que no la tienen, lo que genera molestias por la pérdida de tiempo y rechazo al cumplimiento de esa obligación, lo que además propicia que los dueños de vehículos prefieran matricular sus autos en otras entidades.
Por si esto fuera poco, la normatividad que da preferencias de paso a las personas mayores, no se respeta y demandó que ésta solo debe aplicarse cuando las personas de la tercera edad estén realizando su trámite, ya que al no hacerlo así solo se presta para prácticas de corrupción.
Por otra parte, Rafael Rueda señaló que se establece el plazo obligatorio para la verificación sin tomar en cuenta la reducida capacidad que tienen los centros para atender la demanda, lo que expone a los ciudadanos a conductas deshonestas.
Algunos automovilístas han señalado que les cobran 300 pesos por agendarlos o hasta 500 pesos por adelantarlos en la fila y pasarlos a verificar y otros afectados más denuncian que los propios centros de verificación agendan citas falsas para luego vender los turnos, todo ello a consecuencia de la insuficiencia de estos vereficentros y su saturación, de ahí el más que justificado reclamo a las autoridades de Desarrollo Sustentable para que corrijan todas estas anomalías, reiteró Rafael Rueda.