Fue la noche del martes 6 de septiembre cuando cayó una fuerte lluvia acompañada de rayos, cuando de pronto hubo un gran resplandor para después descubrir que caían piedras de la cúpula de la torre de la capilla del Barrio de Tlayehualco, en el municipio de Tlaquiltenango.
Algunos vecinos se dieron cuenta de inmediato que había caído un rayó en un lugar muy cercano pero nunca se imaginaron que fuera sobre la cruz de metal de la cúpula de la torre del campanario del templo de la virgen de Guadalupe, fue tan fuerte que se abrió una grieta en el mismo lugar que dejó el sismo del 19 de septiembre del 2017.
Más de una tercera parte de la cúpula de la torre en el extremo del sur se cayó y las piedras cayeron por todo el atrio de la capilla, hasta el momento no las han levantado; la capilla fue construida en el mismo periodo que se levantó el exconvento de Santo Domingo de Guzmán, de 1530 -1550, por lo que se presume que tiene más de 472 años, cita una vecina del lugar.
“De inmediato salimos a ver qué era lo que había pasado, no teníamos idea de qué se trataba y pensé que era una granizada, pero era la caída de escombros de la torre del campanario de esta capilla", dijo uno de los vecinos.
La iglesia se encuentra cerrada, a los feligreses les preocupa el peligro que representa bajar las campanas del campanario, a casi cinco años del sismo la capilla de Gualupita se ve nuevamente afectada ya que se quemó el cable de energía eléctrica.
Para el padre encargado de esta capilla, Héctor Gómez, manifestó que se destruyó parte de la cúpula tras el impacto del rayo y no hubo personas lesionadas debido a que esto ocurrió durante la madrugada del miércoles y lo confirmaron al amanecer.
Del singular suceso, el sacerdote dio a conocer que ya notifico a las autoridades eclesiales de Protección Civil para que revisen el inmueble y hasta en tanto permanecerá cerrado al público para no poner en riesgo a los ciudadanos que acuden al lugar.
“Nos fue bien, no nos fue tan mal, pudo ser peor ya que por lo que escucharon los vecinos fueron rayos muy fuertes y los daños no son tan grandes. Por lo pronto tendrán que esperar las instrucciones de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)“, destacó el padre.
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