Únanse por favor, dejemos la política, las diferencia sociales, religiosas, todo lo demás a un lado ¡Es más importante la vida, por favor hay que unirnos todos!
Con el exhorto del activista Julián LeBarón, este jueves inició la "Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz" en la glorieta de la Paloma de la Paz hasta Palacio Nacional.
Le Barón consideró que si el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador no los recibe, al menos millones de personas se darán cuenta, con la caminata, que la emergencia es real.
Con varias paradas y retornos, la intención es llegar la noche del viernes a la Ciudad de México, el sábado realizar un acto cultural en la Estela de Luz y el domingo salir rumbo a Palacio Nacional.
Desde temprano, vehículos, ciudadanos, familiares, medios de comunicación, simpatizantes de Adrián y Julián LeBarón, así como de Javier Sicilia, se concentraron en la glorieta de la Paloma de la Paz para emprender la movilización convocada por el escritor tras el multihomicidio ocurrido el pasado 4 de noviembre en Chihuahua en contra de la familia Le Barón.
Antes de andar por la autopista México-Cuernavaca, Javier Sicilia reiteró que los casos de corrupción y crimen organizado (como el caso Lozoya, Chapo Guzmán, y la Estafa Maestra) son sólo la punta del icerberg de la descomposición social en la que se encuentra el país.
...Se mide en cientos de miles de asesinados y desaparecidos, cientos de miles de mujeres violentadas y asesinadas, en decenas de miles de migrantes tratados sin la dignidad que los seres humanos tienen, en zonas del territorio nacional lapidadas por el crimen, en tierras indígenas devastadas, en un estado de indefensión y miedo de sus poblaciones
Agregó que no hay tiempo para esperar sino hay tiempo de poner como prioridad esa política de Estado que Andrés Manuel López Obrador se comprometió en 2018. Es tiempo, dijo, de llamar a la unidad de la Nación para que gobierno, sociedad, ciudadanos, universidades, Iglesia, y medios de comunicación abonen a la tarea de paz.
Es tarea de todos, y la política de Estado que sólo puede asumir y convocar el presidente, requiere de mecanismos extraordinarios que permitan iluminar las verdades del horror en todo el país, y hacer la justicia que las instituciones ordinarias -desbordadas y atravesadas por redes de complicidad con el crimen no pueden llevar a cabo- no pueden llevar a cabo. Sólo con la verdad y la justicia del tamaño de la tragedia y la emergencia nacional que padecemos podemos aspirar a la reconciliación y la paz.
La caravana, integrada por alrededor de 500 personas, avanza rumbo a su primera estación: Coajomulco para después regresar y pernoctar en Cuernavaca para continuar este jueves su avance hacia Tlalpan, Ciudad de México.
En la movilización participan activistas, defensores de la tierra, Xavier Nava.
"¿Si te matan a tu hijo te va
a dar miedo o te va a dar valor?"
Adrián Le Barón estimó que por cada persona asesinada hay 10 víctimas, por lo que tendría que haber tres millones de personas para salir a las calles a exigir justicia.
Consideró que cuando se pierde un familiar, debería surgir la fuerza para movilizarse.
Señaló que la fuerza ciudadana es para decirle al sistema, al funcionario público, que "debe hacer su parte", porque como ciudadanos se está actuando.
AMLO no los recibirá, reiteró
Previo a la movilización, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador aclaró que a pesar de que se brindarían facilidades para la movilización convocada por los Le Barón y Javier Sicilia, él no los recibiría.
Tengo que cuidar la investidura presidencial
Argumentó, sin embargo, que serían atendidos por los miembros del gabinete a fin de escuchar sus demandas.
Tragedia humanitaria que no ha cambiado
Hace cinco años Javier Sicilia Zardain reiteraba que está ¡hasta la madre! de quienes buscan administrar el infierno, de la clase política en México.
En una entrevista realizada en su entonces oficina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, confesó que para él la vida es la familia y la poesía, pero esa vida le fue mutilada el 28 de marzo de 2011, cuando su hijo Juan Francisco Sicilia Ortega fue asesinado y su cadáver hallado dentro de un vehículo abandonado en Temixco, Morelos, México.
Han pasado años de ese hecho y la molestia de Sicilia es evidente. Lucha para hacer visible la tragedia humanitaria que se vive en cada rincón del país, pero parece que sólo cosecha una profunda incomprensión de todos los sectores: políticos, académicos, sociales.
Yo no sé si va haber cambio, pero de mi lado prefiero encender una vela que estar maldiciendo en la oscuridad
Javier Sicilia, 2005
Con información de Israel Mariano y Julián Le Barón
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