El regreso a clases 2023 abonó a la estabilidad de los empresarios que se dedican al diseño o confección de textiles, en especial aquellos que fabrican uniformes escolares, aseguró Magdalena Cortés Irazoque, representante de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) en Morelos.
“Me llenó de satisfacción el regreso a clases porque los predios ya fueron más regulares, no llegamos al cien por ciento, pero fue un porcentaje bastante aceptable”, compartió.
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Las ventas se elevaron al 70 por ciento, y los talleres recibieron a padres de familia buscaban el uniforme para sus hijos a la medida. Los insumos aumentaron un 10 por ciento pero esto no incrementó el precio al público.
Los precios varían según los materiales y el modo de distribución ya que incluso las instituciones educativas venden las prendas para los alumnos.
La ganancia actual es menor al 30 por ciento, indicó Magdalena Cortés, “nuestros precios son aceptables y los vamos manteniendo para seguir en el mercado”.
La buena “racha” de la industria del vestido salvó a un par de empresarios que estaban en la cuerda floja, ya que el mercado comercial de la moda se lo disputan entre la ropa de segunda mano y las plataformas digitales que comercializan ropa.
Para adquirir una prenda de calidad y resistencia, la ciudadanía acude a los talleres de costura tradicionales en la entidad.
“La mayoría de nuestros negocios son de muchos años y finalmente lo que queremos es seguir con nuestros establecimientos y no cerrar”, concluyó.
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