Si los atrapan, los responsables de haberle pintado una tanga verde a la estatua de Benito Juárez en el Boulevard que lleva su nombre en Cuernavaca, podrían enfrentar una pena de tres a diez años y pagar una multa equivalente al valor del daño causado.
Así lo dice la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas vigente. Pero será difícil que los atrapen porque la efigie del símbolo patrio está ubicada en una de las zonas menos vigiladas de Morelos.
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La efigie con décadas de presencia en Cuernavaca, adorna una glorieta en un boulevard que conecta al centro con la zona sur de la ciudad. Sobre la avenida, de las icónicas para todo Morelos, se ubican la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social y los tradicionales helados Virginia. El esplendor que tenía la calle con un camellón arbolado, se fue perdiendo en los últimos años, la falta de cuidado y vigilancia de las autoridades afectó tanto a la infraestructura como a la estética y hasta la seguridad en la zona, que ya es poco concurrida al oscurecer, los locales cerrados por quiebras o por temor a la delincuencia son comunes y aumentan después de las siete de la noche, en que parece desértica.
En ese contexto, la estatua que sólo se atiende para la celebración del natalicio del Benemérito de las Américas cada 21 de marzo, es víctima igual que lo han sido decenas de fachadas en esa zona, mucho menos concurrida que el resto del centro de Cuernavaca. La última rehabilitación del monumento, que incluyó pintura y limpieza, ocurrió justo a principios de marzo del 2021, fecha en que hasta se dio lustre al símbolo masón que se encuentra a la izquierda de Don Benito.
La vandalización de estatuas en Cuernavaca no es un asunto nuevo. Cuando se pusieron los bustos de exgobernadores en la avenida que entonces llevaba ese nombre, en la década de los ochenta, muy pronto fueron atacados por la gente. Fueron después movidos a una pequeña explanada frente a Plaza Cuernavaca y finalmente retirados por la insistencia de la gente en dañarlos.
En el 2018, se daba cuenta de la desaparición o robo de por lo menos una docena de estatuas en diversos puntos de la ciudad, la mayoría de ellas desaparecidas durante la administración de Cuauhtémoc Blanco en la alcaldía.
Entonces, las piezas extraviadas eran Los Hongos de la Vida, que se ubicaba dentro del Ayuntamiento. Una pareja de niños-escultores y posteriormente fue hurtada la obra completa que consta de seis piezas que descansaban desde 1979 en el parque Cri-Cri aledaño al mercado Adolfo López Mateos, también la estatua de bronce del busto de la actriz del cine mexicano, María Félix, en la explanada junto al parque Melchor Ocampo en abril de 2014, durante la administración de Jorge Morales Barud, en el marco de la conmemoración de los 100 años de la actriz. La placa conmemorativa de la muerte del General Emiliano Zapata, la cual estaba instalada en la Glorieta de Buenavista, según los trabajadores una noche desapareció sin que se tenga conocimiento de su paradero. En junio de 2017, desaparecieron las estatuas de bronce Adelita, Genovevo de la O, Adelita a pie y Eufemio Zapata, del escultor Miguel Michel.
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