Es imposible pensar la historia del mundo sin imágenes: antaño fueron los negativos y positivos; hoy, la fotografía digital revolucionó a este arte. Unas y otras son testimonio imborrable del acontecer de la humanidad.
Carlos Monsiváis, Juan José Arreola, Elena Garro o Rosario Castellano en sus épocas mozas; mujeres revolucionarias, el conflicto cristero y todo el proceso de construcción de Ciudad Universitaria, incluso retratos en vidrio de Emiliano Zapata, son algunos de los tesoros gráficos que resguarda el Archivo Histórico de la UNAM (AHUNAM).
Cuenta con más de millón y medio de fotografías y documentos, de los cuales cerca de 80 mil imágenes están disponibles en el sitio http://www.ahunam.unam.mx.
La inmediatez para obtener fotografías con los teléfonos celulares en la actualidad dista mucho de aquella primera imagen obtenida en 1824, adjudicada al francés Joseph Nicéphore Niépce, quien la obtuvo con betún de Judea extendido en una placa de plata, tras varios días de exposición.
Pero el detonante de este oficio, pasatiempo, que llega a ser arte, es la aparición del daguerrotipo (1839), desarrollado por Louis Daguerre. A más de 180 años, las nuevas generaciones ven a la fotografía con una óptica distinta, y el Archivo se prepara para enfrentar los nuevos retos, afirmó Clara Ramírez, coordinadora del AHUNAM.
Las imágenes son testigos de la historia, sin hablar cuentan detalles de sucesos históricos, de la vida de nuestros antepasados; esos tesoros deben preservarse, sin importar si están sobre papel o en formato digital, si pasaron por una impresión en placas de metal o vidrio, plásticos, o son “inmateriales”.
Ramírez señaló que mucha de esa riqueza está a resguardo de la UNAM; gran parte sólo existe en formato digital, pero muchos otros acervos aún huelen a papel.
Uno de los tesoros institucionales más importantes es el de la Dirección General de Comunicación Social (DGCS), constituido básicamente por los negativos que se usan en Gaceta UNAM.
A mediados de la década de los 80 el Archivo comenzó a recibir, en remesas periódicas, el material fotográfico que genera la edición de la Gaceta UNAM. Además, ha adquirido de particulares (fotógrafos y coleccionistas) algunos conjuntos de temas diversos y valor testimonial o calidad artística, registrados en diversos fondos.
Son miles de fotografías y se ha hecho mucho por rescatar los negativos y positivos. En la actualidad estos materiales ya llegan de manera digital, lo que ha incrementado la cifra. “Ese trabajo de la DGCS lo recibimos en el AHUNAM y ahora está disponible para su uso”, dijo.
Uno de los fondos es el del fotógrafo Ricardo Salazar Ahumada, con imágenes de escritores, pintores y escultores pertenecientes al denominado boom intelectual mexicano. Otro es el de Gildardo y Octavio Magaña Cerda, sobre la vida en el Porfiriato. “También tenemos fotos de los rectores de la Universidad y de la vida del México de principios del siglo 20”, recordó Clara Ramírez.
181 años del daguerrotipo
Leticia Medina, técnica académica del AHUNAM y encargada del área de foto, precisó que el Día de la Fotografía recuerda que el 19 de agosto de 1839 Louis Daguerre presentó ante la Academia de Ciencias de Francia el daguerrotipo, un equipo que permitía capturar una imagen a través de un proceso químico, un parteaguas en la historia, pues hoy en día no es posible imaginar un mundo sin imágenes.
El Archivo Histórico de esta casa de estudios cuenta con un daguerrotipo, con un ferrotipo y ambrotipo, que representan los primeros procesos de fotografía del siglo XIX; además, se conservan algunas impresiones realizadas con estas máquinas, provenientes de los fondos de Carlos Fralamd/Lucila Flamand, y Ezequiel A. Chávez
“Éste no es solamente un patrimonio universitario, sino de la nación, que tenemos que tratar con mucho cuidado. Las imágenes y objetos, como los daguerrotipos, deben ser procurados, para que los chicos que nos visitan, y que nacieron con la fotografía digital, sepan de sus orígenes e historia a través de los objetos”, precisó.
A través del sitio de Internet es posible apreciar la bitácora de la construcción de Ciudad Universitaria, facultad por facultad, donde se aprecia el antes, durante y después de este espacio, Patrimonio de la Humanidad. Además, hay testigos impresos de la vida durante el Porfiriato, de los caudillos y héroes revolucionarios como Francisco I. Madero con su madre, o el encuentro histórico entre Emiliano Zapata y Francisco Villa, el movimiento cristero, el movimiento estudiantil del 68 y la vida actual universitaria.
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