La tradición de vender y elaborar paletas y helado cien por ciento morelense, con fruta natural, combinado con promociones, el servicio a domicilio y hasta dulces japoneses, son parte de la fórmula de "Paoleta", para enfrentar la pandemia de Covid-19.
A pocos días de abrir sus puertas, la nevería y paletería, "Paoleta", ubicada en el centro histórico de Cuernavaca, tuvo que cerrar por cuatro meses y medio durante el mayor periodo de aislamiento social por la contingencia sanitaria, pero fue gracias a la perseverancia, inteligencia y dedicación de Paola Marín, propietaria del negocio, que ha resistido a esta época tan complicada para el sector comercial.
La heladería "Paoleta" abrió por primera vez sus cortinas el 21 de marzo de 2020, el 31 de marzo cerró al situarse Morelos en alerta máxima y en color rojo del semáforo epidemiológico; por un tiempo tras haber cerrado, Paola Marín decidió ofertar sus productos pero ahora como un servicio a domicilio, en redes sociales oficiales y personales publicaba su mercancía y promociones, para posteriormente, con sus propios recursos, llevarlo al hogar de sus clientes.
Este mecanismo fue muy funcional, tanto así que en un solo día vendió todos los productos que había adquirido para sus primeras semanas en el mercado, con lo cual estuvo pagando algunos gastos.
Durante dos meses por la renta del local ubicado sobre calle Hidalgo en la capital del estado, obtuvo un descuento del 20 por ciento; sin embargo, los meses restantes tuvo que pagarla completa pese a no haber abierto; las ventas a domicilio tuvieron que suspenderse para evitar arriesgarse en medio de una contingencia sanitaria y, en especial, porque Paola Marín además es maestra y contadora, por lo que el horario de entrega a veces no compatía con su horario laboral.
“Todo lo de la escuela y contabilidad se dirigían al negocio. En las primeras dos semanas salía para pagar la renta y la luz y ya solo quedaba para resurtir todo; los siguientes tres meses, incluso con la venta de todo el mes no se juntaba para la renta ni la luz, tuve que volver a meter”.
A partir del mes de julio, que Morelos cambió a color naranja en el semáforo epidemiológico, las ventas comenzaron a mantenerse estables, pero en diciembre, al regresar a alerta máxima, aseveró, alcanzar las ventas esperadas ha sido complicado, teniendo que seguir aportando de su propio dinero.
El servicio a domicilio sigue aplicando pero de una forma diferente, "Paoleta" cotiza el viaje en una de las plataformas en línea de pedido de comida a domicilio, envía el código a sus clientes del pedido para que ellos lo reciban; también en ocasiones si sobran productos Paola Marín los lleva a la casa de sus clientes al finalizar el día laboral.
Pese a la adversidad que son estos tiempos pandémicos, Paola Marín, no ha considerado ni considerará cerrar definitivamente "Paoleta", al ser una meta y un deseo poner su propio negocio de paletas y helados específicamente en el corazón de Cuernavaca, “siempre he trabajado en empresas de Cuernavaca, me gusta mucho el centro de Cuernavaca y creo que hay mucha gente, los turistas, me encanta el centro de Cuernavaca y siempre había querido tener un lugar que fuera muy concurrido”.
La familia de la maestra y contadora, Paola Marín, es paletera y heladera desde hace 17 años en la histórica ciudad de Cuautla; comenzaron comprando este tipo de productos para revenderlos en los mercados ambulantes de la zona, posteriormente, adquirían las paletas y helados al por mayor, tanto fue el éxito que decidieron poner su popia fábrica, de la cual "Paoleta" es su distribuidor, ofreciendo venta por mayoreo y menudeo.
“La idea de poner este negocio nació porque me gustaba compartir con la gente, ver como se divertían, es un negocio sano y muy noble; siempre tuve la idea de abrir una paletería, nevería pero la quería tener en el centro de Cuernavaca, mi familia me dijo que no era buena idea pero insistí y aquí estoy”.
En Morelos, reconocido a nivel mundial por su clima cálido y bellezas naturales, es un estado idóneo para vender este tipo de productos, según datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se cuenta con 20 heladerías.
"Paoleta" es única en toda la extensión de la palabra, si bien ofrece paletas y helados hechos con fruta natural, así como también papas, bolis, conos, postres y demás antojos para toda la familia, la heladería se fusionó con la cafetería “Oh Taiyaki”, los primeros y únicos en Cuernavaca que elaboran waffles japoneses con forma de pez llamados “Taiyaki’s”, mismos que se combinan con helado u otros toppings como nutella, hershey o maple.
El Taiyaki es un querido dulce japonés consumido por los japoneses desde hace más de 100 años, tiene forma de Tai (pargo rojo); la revista web de turismo en Japón, Matcha, señala que desde la antigüedad los japoneses han tenido el hábito de comer tai en celebraciones y al rezar para obtener suerte, probablemente sea a partir de esta tradición que el “taiyaki” se ha convertido en una comida muy amada y reconocida.
"Paoleta" tiene helados desde 15 pesos hasta el litro en 85 pesos, así como promociones de 40 pesos el litro o tres por cien pesos, mientras que las paletas oscilan de cinco hasta 22 pesos.
"Paoleta” se encuentra abierto en un horario de 11 a 20 horas, “Oh Taiyaki” esta abierto de 15 a 20 horas de lunes a domingo.
“La pandemia me ha dejado mucha paciencia, mucha fe; me ha enseñado a ser muy constante, a ser más creativa, a pensar más, a tomar decisiones más rápido, y a tomar decisiones más acertadas”, expresó Paola Marín.