"El cambio no está afuera sino hacia dentro de nosotras; tenemos que trabajar primero lo positivo hacia dentro y luego ofrecerlo a los demás".
Parte de los consejos que la psicóloga Laura Romero Acevedo, quien en esta ocasión es nuestra consultora.
Las Etapas Emocionales de las mujeres están relacionadas con las etapas de desarrollo que enfrentamos desde la infancia, luego la adolescencia, en la plenitud del ciclo menstrual y la menopausia, cada una con sus características específicas que se manifiestan en cierta forma distinta a cada una de nosotras, todas absolutamente todas pasamos una a una.
La UNICEF precisa que la infancia tiene un mayor significado que "ese tiempo transcurre entre el nacimiento y la edad adulta", ya que las situaciones que viva un menor lo marcarán siempre en su etapa adulta.
"Con quién vivió de pequeña, si estuvo o no su mamá, quién estuvo a cargo de su desarrollo, quiénes la rodearon si hubo un impulso o no por parte de ellos para que esa niña sea una mujer sana emocionalmente", comenta la experta.
La infancia es seguida por la adolescencia, esta etapa es considerada por los expertos como una de las más difíciles para una mujer ya que de los 8 a los 16 años los cambios hormonales se disparan y con ello detonan cambios importantes como la menarquía, la aparición de los botones mamarios, vello púbico, la primer menstruación que para muchas suele ser un punto de "frustración", el cual se supera con el paso de los meses.
La figura de las niñas comienza con cambios evidentes en la apariencia corporal, una buena o mala nutrición será un factor importante en esta etapa del desarrollo.
Luego viene la etapa adulta de la mujer, en la cual haremos una distinción entre el desarrollo pleno de los ciclos menstruales, el embarazo y la menopausia.
El ciclo menstrual puede durar en promedio 28 días, algunas más u otras menos, en algunos casos presentan ciclos irregulares que pueden estar relacionados con un padecimiento o problema de tipo hormonal, por ello la importancia de practicarse revisiones de rutina y acudir con un Ginecólogo.
El Centro de Reproducción Humana y Planificación Familiar realizó un estudio sobre las fases del Ciclo Menstrual dividiéndolo en cuatro fases: Fase Folicular ( temprana – media – tardía); Fase Ovulatoria (transición folicular – lútea); Fase Lutea (temprana – media y tardía); y la Fase Menstrual (transición lúteo folicular).
En todas las fases las mujeres pueden experimentar estados de ánimos diversos, desde la tristeza, mucha energía, alegría sin causa aparente, o total desánimo.
"Pueden experimentar tristeza profunda sin ganas de hacer lo que habitualmente acostumbra a hacer, desesperanza incluso, por eso es que debemos trabajar mucho nuestra parte interior, amarnos a nosotras mismas, rescatarnos".
En el embarazo las mujeres también experimentamos diversas emociones desde la adrenalina al saber la noticia, las risas, pero también puede haber tristeza y ansiedad por los cambios que vendrán más adelante.
Las fases emocionales que vivirás durante el embarazo tiene que ver con el entorno situacional en que se dé ese momento, aclara la experta.
La menopausia llega entre los 40 a los 65 años de edad y se divide en Pre menopausia, Menopausia y Pos menopausia; la primera tiene que ver, de acuerdo con el Instituto Tomás Pascual Sanz, con la disminución de los ciclos menstruales o se presentan con irregularidad, luego llega el cese total, que para nada debe ser un tema de terror pues ya se han desarrollado productos farmacéuticos que disminuyen los síntomas.
En la menopausia las mujeres suelen presentar emociones drásticas como falta de sueño, mal humor, incluso depresión.
"Las mujeres ocultan su desánimo o depresión, pero esto puede provocar otras enfermedades de tipo crónico como obesidad, diabetes e hipertensión y es sólo ahí cuando asisten a consulta; el médico a veces pregunta sobre su vida y es cuando la mujer se abre y comparte lo que vivió o está viviendo".
Es esa apertura hacia el médico de cabecera u otro con el que se requiera acudir, que las mujeres deben también referenciar a la hora de tomar consulta.
Un buen respiro y alguna terapia a la que te guste acudir como la yoga, el gimnasio, salir de compras, platicar con las amigas, tomar un sorbo de vino, llegar a casa y cambiar las zapatillas por pantuflas, un abrazo de los niños, son solo algunas de las situaciones que podrían hacerte sentir mejor.
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