Actualmente, la pandemia de Covid-19 ha generado una inestabilidad no sólo económica sino también social y psicológica en la población, sin embargo, diferentes mecanismos y rubros como la música puedan mantener la paz entre los ciudadanos en situación adversas.
Este es el caso de Óscar Adrián Ocampo García, mejor conocido como NegroUndr, quien encontró en el rap un método para salir adelante, explotar su pasión por la música y las artes pero también ayudar a la población, creando conciencia sobre diferentes problemas sociales que se presentan en el país.
Ocampo García es estudiante de maestría en Ciencias Cognitivas por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), actualmente trabaja en el área administrativa de nivel básica -primaria- en el estado aunque gran parte de su tiempo lo dedica a escribir, interpretar y trabajar en su música, específicamente en el rap.
Para Óscar Adrián, su amor por la música nació desde muy pequeño al tener en la sangre el talento para este importante arte; su abuelo fue cantante de opera en el coro de Plata en Taxco, Guerrero, contando también con tíos cantantes, uno de ellos es maestro de Bel Canto y estudio en Bellas Artes. A los seis años tuvo su primera incursión en la música, participando en el coro de los niños cantores de Morelos; además de que formaba parte del coro de la iglesia los domingos.
Recuerda para El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla que uno de sus primos proveniente de Monterrey -cuna del hip hop en México- le mostró este género a los 4 años, que se transformaría en parte importante de su vida diaria; a los 12 comenzó a escribir sus propias letras pero fue hasta los 22 años, en Guadalajara, Jalisco, que comenzó a transformarlo en algo más real.
NegroUndr se considera una persona muy positiva, resiliente a las situaciones que ha vivido desde la niñez, “no tuve una vida fácil, pero tengo una mentalidad positiva y todo lo que he vivido me ha servido para aprender, salir adelante y seguirme preparando; hacer cosas nuevas, me aferro a lo que me gusta y rompo esquemas, está mentalidad se plasma en mis letras”, expresó.
La particularidad de sus letras es no seguir estereotipos del mismo rap, hace lo propio y se considera un híbrido, un ser humano que trata de salir adelante, no es un gangster ni tampoco un luchador social al cien por ciento, pero sí trata de aportar su granito de arena bajo el constante aprendizaje y enseñanza a las nuevas generaciones mediante un rap más de conciencia, que ayude a sanar las heridas al sentirse identificados con sus letras y mensaje.