Considerado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación), el Mariachi representa para México uno de los principales estilos de música más socorridos para las mañanitas, la serenata o la graduación; en el caso de Morelos puedes encontrarlos desde muy temprano al fondo de Plaza de Armas de Cuernavaca, lugar en el que día a día se dan cita para ofrecer los servicios.
Como a J. Trinidad, que desde hace 30 años se dedica a tocar el instrumento musical denominado "trompeta". Desde sus inicios, recuerda, tuvo que comenzar a estudiar las notas musicales, escalas y otros aspectos que permiten ser un músico alejado de la improvisación.
Sus primeras participaciones en un Mariachi no fueron en Morelos, sino en Huajapan de León, perteneciente al estado de Oaxaca, al sentir esa inquietud por las melodías ; regresó a Cuernavaca hace 12 años.
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"Mi experiencia ha sido maravillosa, me gusta la música, mis inicios fueron gracias a mi cuñado que me encaminó".
Originario de San Miguel Ixtlilco el Grande, Morelos, J. Trinidad cuenta que tiene 2 hijos y su esposa quien vive lejos de Morelos, pero a la que manda "sus centavitos cada 8 días"; ninguno de sus hijos quiso dedicarse a la música, puntualiza.
"Llego aquí a la Plaza a las 10:30 de la mañana y me retito a veces a las 8, 9, 10, 11 o a veces hasta las 12 de la noche, todos los días, creo que si alguien quiere dedicarse a esto tiene que venir todos los días porque si lo hace solo viernes y sábados, nomás no le sale para mantener a la familia".
La falta de oportunidades laborales también lo hizo mudarse de la región de Tepalcingo a la capital, en donde cada día forja su vida; descansa los jueves y sonriendo dice que no sabe porque "solo me dijeron descansamos los jueves".
La última medición del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI), refiere que en México más de 126 mil personas se reportaron ocupadas como músicos, arriba del 90 por ciento son hombres. Los músicos ganan en promedio 86 pesos por hora.
Semanalmente sus ganancias oscilan entre los mil hasta los 2 mil cuando le va mejor, dice Mendoza.
"Desde que comencé hasta la fecha a la gente le gusta la música, a quienes de verdad les gusta mucho lo disfrutan y otras veces nos contratan no sé porqué, porque nos arrumban, nosotros tocamos y ellos estan plática y plática".
Vestir a un mariachi cuesta alrededor de 6 mil hasta 7 mil pesos, explica, estan quienes los portan con respeto y otros, cuenta, "son hijos de los representantes que no saben ni un poco de música, les ponen el traje y los meten al grupo, ganando igual que nosotros", lamenta.
La fiesta más grande para un mariachi es el 22 de noviembre cuando se conmemora el Día del Músico, para este 21 de enero los festejos son más discretos.
A sus 65 años de edad, J. Trinidad reafirma su convicción de seguir siendo Mariachi hasta que muera.
"Para ser mariachi se necesitan dos cosas principalmente, una el gusto por la música y otro estudiar la música, no ser improvisados".
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