Se han referido a ella como “la reina del teatro mexicano”, “la diva del teatro” y la “Sarah Bernhardt mexicana”. Con una carrera artística colosal, Virginia Fábregas es un nombre irrenunciable para el municipio de Yautepec: durante años, la secundaria más antigua del municipio llevó su nombre, mismo que hoy vibra todos los días en el tránsito de una de las calles principales y que es un homenaje en la casa de cultura local.
Virginia Fábregas García nació en Yautepec, Morelos, el 17 de diciembre de 1871, hija del español Ricardo Fábregas y de la mexicana Úrsula García. Si bien hay quienes sostienen que una joven Virginia Fábregas tuvo sus primeras experiencias artísticas en el antiguo Teatro Aurora, ubicado en el municipio, el historiador Gustavo Garibay López asegura que dicha creencia es incorrecta.
“La memoria colectiva ha romantizado que sus primeros pasos son ahí, pero es una mentira”, rebate el historiador yautepequense.
Poco se sabe sobre la vida de la actriz antes de iniciar su vida actoral en la Ciudad de México. Antes de hacerlo, Virginia Fábregas se habría formado como maestra normalista y habría trabajado como ayudante en la Escuela de Sordomudos. De acuerdo con Ricardo Cruz García, en su artículo “Virginia Fábregas, la reina del teatro mexicano”, publicado por la revista “Relatos e historias en México”, su debut como actriz habría ocurrido el 16 de julio de 1888, cuando, a la edad de 16, participó en una función de beneficencia en el Teatro Arbeu.
“Para la década de 1890, su nombre empezó a sonar cada vez más en las crónicas de espectáculos, aunque ella, modestamente, afirmaba: ‘He sufrido y llorado mucho, en el mundo del arte voy por sendas escondidas, cortando a mi paso humildísimas flores. ¡Pobre de mí, infatigable buscadora de una hoja de laurel para mi frente, de un aplauso para mi oído, de un amor profundo para mi alma!”, escribe el investigador.
En adelante, un éxito tras otro, cada vez más arriba. Durante su carrera, la actriz realizó varias giras en América Latina y Europa. Con la aparición del cine, no se abstuvo de participar en varias películas, como “La fruta amarga”, “La sangre manda” y “La casa de la zorra”, entre los años 1931 y 1945. En reconocimiento de su trayectoria artística, el gobierno de Francia le otorgó el Premio de Las Palmas Académicas, así como el Reconocimiento al Mérito Civil.
Las nieves de Yautepec
Aunque el historiador Gustavo Garibay niega que Virginia Fábregas haya tenido sus primeras experiencias artísticas en el Teatro Aurora, que años más tarde se convirtiera en la primera sede del Congreso de Morelos, sí puede plantear escenas de la actriz, ya mayor, recorriendo el municipio, probando las tradicionales nieves que al día de hoy siguen vendiéndose en el zócalo.
Rumbo a los 150 años del nacimiento de la actriz, la Sociedad Civil de la Comunidad Artística y Cultural de Yautepec A.C. espera llevar a cabo un homenaje para poner en valor su legado.
“Para Yautepec es un motivo de orgullo el nacimiento de Virginia Fábregas, quien no sólo es una de las grandes actrices de la escena teatral en México, sino que además es una mujer que, por sus principios, sus convicciones y su idea de la libertad, significa mucho”, expresa Garibay.
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