A sólo dos días de la ceremonia protocolaria de transmisión de poderes, el Ayuntamiento de Cuernavaca vive una crisis de prestación de servicios que ha visto sus momentos más graves esta semana con la parálisis en los servicios de recolección de basura que culminó el viernes con la manifestación en que vecinos de algunas colonias lanzaron bolsas de desperdicios a la entrada de la sede municipal en lo que fuera el Hotel Papagayo; a la semiparálisis de servicios municipales, que alcalza también la dotación de agua potable, fallas en el alumbrado público, problemas de pavimentación y bacheo, falta de inspección en giros rojos, se suma la deuda de más de mil millones de pesos que suma la bancaria, y a proveedores y acreedores.
En las últimas horas, Cuernavaca enfrentó el riesgo incluso de una crisis de salud luego de que se cumplieron 36 horas sin el servicio privado de una empresa de recolección de basura ante la presunta negativa del patrón de pagar a los empleados. La falta de velocidad en la recuperación del servicio provocó que la Asociación Cívica "Gustavo Salgado Delgado" bloqueara el acceso al palacio municipal, al colocar bolsas llenas de basura en la entrada como medida de protesta para exigir se restablezca el servicio.
En la opinión del alcalde Juan Manuel Hernández Limonchi, esta situación fue orquestada por un grupo de ciudadanos que busca problemas con el Ayuntamiento y aseguró que el servicio de recolección quedaría resuelto en su totalidad antes de este sábado.
José Antonio Villalobos será el próximo alcalde y asumirá un municipio endeudado y con rezagos de muchas administraciones en materia de servicios públicos, a los que se sumarán los problemas políticos y sociales de grupos que han decidido no esperar más en sus exigencias.