Javier ya había marchado. El 28 de marzo de 2011 Juan Francisco Sicilia y sus amigos fueron asesinados en Cuernavaca; tras los hechos, su padre, Javier Sicilia, profundamente dolido e indignado, escribió una carta abierta a los políticos y al crimen organizado, expresando el sentir de mucha gente harta de tanta violencia y de la negación del gobierno federal a cambiar su estrategia en el combate contra la delincuencia. No más sangre y Estamos hasta la madre fueron las exclamaciones detonadoras con las que nació el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta.
El 6 de abril se convocó a la sociedad civil a manifestarse en contra de esta violencia, se sumaron miles de personas en varias ciudades de la República en apoyo a la demanda por la paz. Asimismo, del 5 al 8 de mayo se realizó una marcha de Cuernavaca a la Ciudad de México, que culminó con una manifestación masiva en el Zócalo capitalino.
Las protestas continuaron en diversos estados del país, abirendo paso a la primera Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, iniciada en Cuernavaca con destino en Ciudad Juárez (Chihuahua), donde llegaron el 9 de junio y firmaron el "Pacto Nacional por un México en paz con justicia y dignidad".
El 23 de junio se dio un encuentro en el Castillo de Chapultepec, en el que participaron el presidente de la República de ese tiempo, Felipe Calderón y varios miembros del gabinete, así como representantes del Movimiento. Posterior a la reunión con el gobierno, continuaron los encuentros con legisladores del Congreso de la Unión y con magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con lo que se inició un diálogo con los tres poderes.
Dichas acciones llevaron a una segunda caravana, iniciada el 24 de julio de 2011 en la ciudad de Guatemala, a la que se sumaron aproximadamente 500 personas de organizaciones civiles y familiares de migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala y México, llegando el 1 de agosto a la Ciudad de México, donde demandaron justicia para los migrantes asesinados en territorio mexicano
Cabe señalar que las actividades y planteamientos del Movimiento han tenido un carácter expresamente no-violento. El mismo Sicilia en varias entrevistas ha comentado que su inspiración se basa en los principios gandhianos de desobediencia civil y acciones no-violentas, lo que hace que las voces que defienden al poeta enfaticen que dichas acciones lo distinguen a él de la clase política, pues no es ni pretende ser un político, ni siquiera representante de una sociedad civil organizada, sino que es en primer lugar el padre de una víctima de la violencia, y luego un poeta y ciudadano que ha decidido involucrarse políticamente para generar un cambio.
Tras ocho años del asesinato de su hijo, el poeta Javier Sicilia asegura que volverá a las caminatas de protesta, para reclamar al gobierno federal la urgencia de acatar los acuerdos signados en su campaña, y que la esperanza que dio a las víctimas se haga realidad; tras las expresiones del mandatario, dijo; "puedes recibirme o hacerme el vacío; puedes escucharme o descalificarme; puedes volver otra vez el rostro o darme el beso que nos hermana", pero volverá a protestar por dignidad.
Luego de enviar la carta a presidencia y que saliera publicada en una revista de circulación nacional, Javier Sicilia se convirtió en el hombre del momento, y su teléfono no deja de sonar, le insisten sobre el texto y de cómo será la marcha, incluso la fecha, pero insistió que todo su sentir esta en ese texto. La fecha la decidirán y lo anunciará cuando llegue el momento.
Comentó que es necesario un cambio en la estrategia de seguridad, porque tal pareciera que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, contra el llamado y el reclamo de los mexicanos, se aferra a tu estrategia y hasta clama paciencia. "Pero los ciudadanos que padecemos todos los días, desde hace años, las consecuencias de la violencia, que vemos como sus llamas consumen nuestra casa y destrozan a nuestras familias, te decimos que ya no hay tiempo".
Por eso reclamó que antes de asumir la presidencia, su promesa principal sería un gobierno para todos. "Hace un año dijiste que la agenda fundamental de la nación serían la paz, la justicia y la seguridad. Por lo mismo, nos firmaste un pagaré para que eso, que nos han robado los criminales y el Estado, nos fuera devuelto. Después de un año –con 30 mil asesinados que se suman a las centenas de miles de asesinados y desaparecidos de las otras administraciones, y con la masacre de los LeBarón– nos han devuelto el cheque con un sello que dice “fondos insuficientes”.
Ante los argumentos del hoy presidente sobre el desastre que encontró en el país en todos los rubros, Javier Sicilia, aseguró que los mexicanos se resisten a creer que sea cierto y que como máxima autoridad del país no pueda hacer algo por la gente. Sobre lo dicho por el presidente en su conferencia "mañanera", aseguró si lo recibe o no ya no le corresponde, "No importa. A pesar de mis flaquezas, la nobleza de mi oficio me obliga a caminar de nuevo para resistir y buscar otra vez, con quienes quieran la verdad, la justicia y la paz que un día yo, tú y las víctimas acordamos, que olvidaste y que nos debes, nos debemos y te debes".
Tras las declaraciones del poeta en su tercera carta dirigida a López Obrador, el padre Alejandro Solalinde lo calificó como "pésimo como político",y aclaró que esta vez no saldrá a las calles con él, señaló que "es mi amigo, excelente poeta, pero pésimo como político, lamentable que haya abandonado su Movimiento en momentos difíciles, lamentable también que se oponga al régimen que lucha por la paz, como fruto de la justicia. Esta vez ya no marcharé con él", señaló el padre en Twitter.
El 28 de marzo de 2011 fue asesinado Juan Francisco Sicilia Ortega. Su cuerpo fue encontrado en Temixco, Morelos. Ese hecho detonó el descontento de miles de personas que vieron en ese caso el reflejo de sus propias tragedias personales.