El observar desde muy pequeña, en un ámbito familiar pero también social, estereotipos y situaciones que no le parecían justas y por las que estaba inconforme, la psicóloga, Xóchitl Guzmán Delgado, decidió involucrarse en el activismo y lucha por los derechos de las mujeres pero también en busca de alcanzar una igualdad sustantiva en todas las aristas.
Xóchitl Guzmán Delgado se define como feminista, en sus largos años en el paso del activismo ha participado en diferentes colectivos, que si bien cuentan con misiones distintas, su principal objetivo es garantizar el respeto de las mujeres, acabar con la violencia en todas sus manifestaciones y también concientizar a otras mujeres.
La oriunda de Cuernavaca, Morelos forma parte del Colectivo “Vivas Nos Queremos” Morelos, que en febrero de 2018 organizó junto con otras personas de la sociedad civil una magna marcha para levantar la voz contra la violencia machista, por las mujeres sobrevivientes y quienes fueron asesinadas con impunidad. El colectivo además colabora actualmente con la Unidad de Atención a Víctimas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) organizando foros y colaborando en talleres, al ser el espacio universitario uno de los focos rojos en violencia de género y feminicida.
Guzmán Delgado forma parte activa del Colectivo “Red Violeta Morelos” conformado por diferentes colectivos del estado, que tiene como eje central defender los derechos reproductivos y dar acompañamiento de abortos, “es una tema que consideran vital y falta avanzar mucho en el estado”, expresó.
La activista y psicóloga es miembro de la comunidad feminista “Las Hijas del Maíz” junto con Lucía Rosales y Jessica Rivera, mediante la cual buscan el empoderamiento y emancipación de la mujer desde la información y difusión de sus proyectos; este movimiento ha trabajado de la mano con el Colectivo “Calle Sin Acoso”, donde han manifestado su rechazo a la violencia machista y sexual en contra de las mujeres, brindando acompañamiento psicológico, jurídico y político, así como para denunciar los feminicidios como máxima expresión de violencia contra las mujeres.
Xoch Guzmán, como es conocida la activista, no solo fue integrante de este colectivo, creado a finales de octubre de 2014, sino también es fundadora en Morelos, “es una organización de mujeres diversas de todo el país para manifestarnos contra el acoso sexual que es una de las manifestaciones de violencia que viven prácticamente todas las mujeres en los espacios públicos, se hacia la invitación para que en diferentes estados se implementaran acciones, marchas, etc, y algunas compañeras decidimos organizarnos en Morelos. Actualmente no esta pertenezco a la colectiva pero estuve colaborando desde 2014 hasta el 2020”.
“Calle sin Acoso”, expresó, nació como una iniciativa ciudadana ante el hartazgo de las mismas mujeres sobre la normalización del acoso callejero que se vive a diario y que todas las mujeres prácticamente han vivido, “de repente parecía como un absurdo, una exageración de nosotras, como si no tuviera nada de malo que te dijeran cosas en la calle; decidimos organizarnos para hacer acciones no solamente ese día que se planteó como a finales de octubre sino como para dar un seguimiento a este tipo de violencia que se expresa hacia las mujeres”.
La primera opción de protesta, recordó, sería a través de algunos letreros con diferentes frases en las que expresaran de que manera les afecta a las mujeres el acoso sexual y porqué querían erradicar esta práctica, que es una de las violencias más constantes, se normaliza y se minimiza, “parece que las mujeres por el hecho de ser mujeres tenemos que aguantarnos a que nos digan cosas, a que murmuren algo cuando nos ven, a que nos saluden sin conocernos o a que opinen sobre nuestros cuerpos”.
A siete años de su constituirse, Xoch Guzmán Delgado consideró que si bien no ha existido ningún cambio para erradicar el acoso callejero desde la perspectiva de los hombres, quienes cometen esta práctica principalmente, sí por el lado de las mujeres, quienes hoy han logrado organizarse y manifestar su enojo sobre esta forma de acoso sexual, dejando de lado culpas y estigmas culturales, así como se han informado de cómo actuar ante un panorama de riesgo.
Junto con la comunidad “Las Hijas del Maíz”, “Calle Sin Acoso” realizaban caminatas exploratorias en las que se visualizaban lugares donde eran frecuentes asaltos, o acosos sexuales contra las mujeres, y también que por alguna situación de la infraestructura del espacio urbano era un lugar de riesgo para las personas en general aunque sí con mayor riesgo para las mujeres.
“Muchas no sabían como manifestar el enojo si nos acosaban o tocaban y hasta llegaban a sentir culpa o como si fuéramos las responsables por la forma en que nos vestimos o por el horario en el que salimos o los lugares donde estamos y creo que manifestar el acoso es una violencia y que no debe de practicarse a fortalecido y empoderado hasta ahora a las mujeres, nos ha dado herramientas para saber cómo reaccionar, cómo visibilizar a la persona, al acosador, para adquirir algunas herramientas para defendernos en caso de que el acoso pase a algo mayor o tomar clases de autodefensa que nos hacen sentir seguras en los espacios públicos en los que corremos riesgos”.