La activista Yndira Sandoval acusó que la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) de no estar libre de violencia contra las mujeres, ya que, además, los agresores se escudan en la autonomía universitaria para evitar la justicia.
Esto durante la inauguración del monumento feminista ubicado frente al edificio uno del Campus Chamilpa de la UAEM.
“Tendría que ser considerado un anti monumento y tendría que ser un recordatorio permanente de que la UAEM, por mucho que queramos a esta alma mater, no es un espacio libre de violencia, que al amparo de la autonomía se han solapado agresiones, a acosadores, a agresores, y nunca más se volverá a permitir”.
Dijo que impulsadas por los propios colectivos de estudiantes buscarán se firme el acuerdo 3 de 3, en donde se le cierre el paso a maestros y universitarios que agreden a las mujeres. En las cifras nacionales, destacó que en México hay 21 feminicidas que dan muerte a una mujer cada día; cada 8 horas existe una agresión sexual contra una mujer o niña, “en México todos los días desaparecen por lo menos entre 7 y 9 mujeres y niñas, y eso tiene que parar”.
La escultura que fue realizada por Hugo Ortíz, contempla el símbolo femenino con un corazón blanco que “ilumina en la penumbra” en medio que representa el puño de la lucha feminista, y un mensaje: “reinvindicando la educación”. Dentro del círculo representa a Venus, llamas que crecen hacia el cielo, explicó.
Clarissa Manrique, integrante de Venadas y de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUM), aceptó que la violencia no viene solo de extraños, o de maestros, sino también de estudiantes que sobre avenida Universidad les gritan, les chiflan y miran de manera “lasciva; y cuando voy y denuncio el acoso callejero me dicen por qué llevaba falda, o con vestido, que es culpa mía por provocar”.
A las autoridades universitarias pidió dejar a un lado la simulación e implementar programas reales que garanticen los derechos humanos; sumar a feministas en la integración del Protocolo de Atención a Víctimas; reformas a los estatutos universitarios para aplicar la Ley 3 de 3.
A los legisladores, pidieron la reforma para garantizar el derecho a decidir sobre sus cuerpos. Al final las jóvenes colocaron flores y velas para recordar a las mujeres que han sido asesinadas.