Cada 18 de agosto, los habitantes del municipio de Cuautla pueden ser testigos de un viaje en el tiempo, específicamente al año 1911, cuando esta ciudad fue escenario del encuentro entre dos de los líderes revolucionarios de aquel momento: Emiliano Zapata, cuya lucha fue siempre armada; y Francisco I. Madero, que inició el movimiento con un llamado a las armas, pero después optó por la diplomacia.
El encuentro Madero-Zapata, que este 2019 cumplió 11 años de tradición, inició en la antigua estación del ferrocarril interoceánico, con la participación de la Academia de Ballet "Danzartmex" y un grupo de mujeres y actores que se encargaron de darle vida a los dos revolucionarios, sus esposas y los pobladores que recibieron a Madero en este lugar el 18 de agosto de 1911.
Aquel encuentro fue crucial: después de ese momento, en el que Madero pidió al Caudillo del Sur deponer las armas y continuar el movimiento por la vía pacífica, Zapata lo calificó como un traicionero y, lejos de abandonar las armas, su movimiento fue en ascenso. El presidente, en cambio, fue asesinado dos años después.
Cada año, la representación es organizada por el Consejo del Patrimonio Histórico de Cuautla, en coordinación con el Ayuntamiento. Al principio, los organizadores representaban el arribo de Madero usando la antigua máquina de vapor 279, pero hace cinco años que esto no ha sido posible, debido a su deterioro.