Tras los hechos violentos del pasado 8 de mayo, donde el estudiante Óscar Yael García Alarcón perdió la vida, un grupo de profesores despedidos y estudiantes expulsados del CCH Naucalpan denunciaron hostigamiento y represión por parte de las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los inconformes del movimiento Universitarias y Universitarios Unidos contra el Porrismo y la Represión exigieron al rector de la máxima casa de estudios, Carlos Lomelí Venegas y al director general de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), Benjamín Barajas Sánchez, terminen con los grupos violentos de seudo estudiantes que hay dentro de los planteles.
“En la UNAM vivimos actualmente de manera cotidiana un clima de represión que cualquier intento de crítica a la manera en la que se administra la universidad o demandar una transformación académica, laboral y administrativa en la misma conlleva un riesgo de ser sancionado o expulsado si se es estudiante o ser despedido, en el caso de las y los docentes”, criticó Mario Alejandro Rojas, vocero del movimiento.
El también profesor del CCH Naucalpan afirmó que a un año de la administración de Lomelí se han expulsado a 19 estudiantes, principalmente por su activismo político.
Destacó la expulsión de 7 estudiantes que participaron activamente en las protestas por el ataque porril del pasado 8 de mayo en el CCH Naucalpan y por la presencia de grupos porriles en escuelas y facultades.
Las autoridades universitarias se han dedicado a criminalizar el activismo y fabricar pruebas para acusar y sancionar a todo aquel que levante la voz, cuestione y demande acciones o cambios.Mario Alejandro Rojas.
Denunció la falta de condiciones para organizarse y exigir una transformación profunda en los planes, programas y vida académica de la universidad.
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“En la UNAM existe una política de mantener a las profesoras y profesores en condición de interinos con el propósito de tener un control férreo sobre ellos. El 75 por ciento de la planta docente labora en estas condiciones. Con esa perspectiva, tener o no tener trabajo cada semestre depende de los intereses de los directores de cada plantel. Esto evidentemente inhibe a las y los docentes de participar activamente en la necesaria transformación de la UNAM”, enfatizó.
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Lamentó que por el momento las autoridades universitarias no han dado a conocer los trabajos que realiza la Comisión Interinstitucional contra el Porrismo, donde participan funcionarios de la UNAM el Instituto Politécnico Nacional y el Colegio de Bachilleres.
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