Mujeres del PRD, pioneras en impulsar leyes que defienden derechos de las mexicanas

Las mujeres fundadoras del PRD fueron impulsoras de la reforma más trascendente sobre la violación sexual

Sara Lovera / El Sol de México

  · viernes 26 de julio de 2024

Rosario Robles y Amalia García durante la discución sobre la equidad y género dentro del PRD. | Foto: Christian Palma / Cuartoscuro.com

Los avances legales que cambiaron “sin retorno” la condición jurídica de los derechos de las mexicanas a partir de 1990 sólo fue posible por la convocatoria a trabajar juntas, todas las mujeres políticas y feministas, sin importar sus diferencias ideológicas y partidarias.

Convocantes y punta de lanza en ese proceso fueron mujeres fundadoras del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Ellas lideraron el proceso hace 35 años. Impulsaron la reforma más trascendente sobre la violación sexual; incluyeron el tipo penal del hostigamiento y el acoso, avance, entonces, reconocido internacionalmente.

Lograron pasar del voto ciudadano a la cuota reglamentada y luego a la paridad electoral; de la prohibición a interrumpir el embarazo a su descriminalización ; del ocultamiento al reconocimiento de la violencia contra las mujeres y a su ley, del prejuicio a la afirmación jurídica de la libertad sexual y su libre opción: la diversidad.

Lo más importante de las perredistas feministas, señala la jurista Patricia Olamendi Torres es “que rompimos para siempre lo de juntas ni difuntas, de ahí, con ese paso, no paramos” y es que para las mujeres las alianzas son clave para crecer.

Es la política feminista de coaliciones y redes, entre mujeres, explica la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García, a pesar de la polarización que cundía en México en 1988-1990. Esa política hizo posible la construcción de leyes vigentes a favor de los derechos de las mujeres y la adopción de una política constitucional de promoción de los Derechos Humanos, en cuya negociación, estuvo la diputada, entonces perredista, Enoé Uranga (2011).

Herederas de una tradición de izquierda feminista dieron la batalla directa, de negociación, apertura y decisión, superando sus diferencias partidarias. En el PRD crearon la primera cuota -20 por ciento- para ocupar espacios de dirección partidaria que hoy es la paridad total.

“Nos decían en el PRI y en el PAN ustedes propongan, nosotros votamos”, recuerda Olamendi Torres quien con la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina, promovieron que en la violación sexual se pasara de un texto en la ley, con una multa de 50 pesos, al de la violación equiparada, impulsaron un foro que derivó en las reformas y luego en políticas públicas, como las agencias de delitos sexuales.

García Medina presentó, casi diez años antes del nacimiento del PRD una iniciativa de maternidad libre y voluntaria, asunto que fue prioridad durante casi 30 años para las perredistas.

A partir de los años 90, estas mujeres estimularon los grupos plurales de mujeres, la creación de una comisión interparlamentaria que elaboró la agenda de las mujeres -1990-; la creación del Parlamento de Mujeres de México -1998- lo que fue “un hecho de gran trascendencia política para la historia y desarrollo de la vida democrática del país, convocado de común acuerdo por el total de las legisladoras y legisladores que integraron la Cámara de Diputados y el Senado”, publicó el INMUJERES.

Fue la forma activa de participación que buscó transitar de un régimen autoritario a uno de equilibrio de poderes, dice Amalia García Medina "una de las características al fundar el PRD era influir en los acontecimientos, sobre todo, en la lucha por acabar con un sistema de partido de Estado, con gobiernos autoritarios que no permitían ni respirar, ni abrirle espacio a la democracia”. Punto clave fue promover los derechos de las mujeres.

Las iniciativas – muchas- lograron nuevas leyes, ellas participantes activas en las conferencias internacionales.

Ejemplos: la violación en el matrimonio; la modificación Constitucional y la política de Derechos Humanos; derechos laborales,

Participaron en los Parlamentos de Mujeres, al lado de las priistas y panistas. Según Olamendi Torres, el andamiaje jurídico, “nos hizo también crear los mecanismos para hacer a las leyes efectivas” sin los cuales no tendrían posibilidades para su aplicación.

Las perredistas inauguraron el primer instituto de las mujeres en la Ciudad de México, en 1997; fundaron las Unidades de Atención y Prevención a la Violencia por ley, con presupuesto. Hoy llamados puntos violeta o puntos naranja o lunas.

De la misma forma en 1997 cuando el PRI pierde la mayoría en el Congreso, las perredistas feministas, entre ellas Rosario Robles y Laura Itzel Castillo crearon las comisiones de igualdad o de la mujer en los Congresos.

Patricia Ruíz Anchondo -embajadora ahora de México en Colombia- encabezó una iniciativa de Ley Ciudadana que dio estatura jurídica a las organizaciones de la sociedad civil, entre ellas las de las feministas dando lugar a financiamientos transparentes para empujar la ciudadanía femenina, fondos desaparecidos en febrero de 2019.

Las cuotas reglamentadas incluidas en el COFIPE ( 30/70) la presentó el 9 de noviembre de 2000 la diputada Hortensia Aragón Castillo, del PRD.

En el Senado – 1993- fueron determinantes para la Ley de Igualdad, en la que participó Leticia Burgos, hoy dirigente de la red de alertistas.

Estas mujeres participaron en la ley que dio nacimiento al Instituto Nacional de las Mujeres -2000- siendo la primera Ley que reglamentó el artículo 4º. de la Constitución y garantiza la política de género.

Ese año se creó Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida sin Violencia, y la primera investigación sobre el feminicidio, que hizo, presentó y logró la perredista Marcela Lagarde y de los Ríos, quien promovió la iniciativa de reformas a la Ley Federal del Trabajo con visión de género, que continuó y consiguió la perredista Rosario Ortiz.

Igual Angélica de la Peña -todavía perredista- y Malú Micher, trabajaron y lograron La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que es reconocida internacionalmente.

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Lo que es claro, a decir de los hechos documentados y los puntos de vista consultados, el legado más importante de las perredistas, a 35 años, cuando ese partido está en proceso de desaparición, es que sus fundadoras feministas encabezaron la política de alianzas, el diálogo entre mujeres; las leyes fundamentales de sus derechos y la política de género que está rota por la política de la administración de la 4T.