PACHUCA, Hgo.- La intervención de elementos de las Fuerzas Armadas en el combate al robo de hidrocarburos provocó que en Hidalgo se registre un “efecto cucaracha”, ya que muchos de esos huachicoleros llegaron a municipios como Cuautepec desde Puebla, y a Tula, desde el Estado México.
En entrevista con la Organización Editorial Mexicana (OEM), el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, admitió que grupos delictivos se disputan el control de esta actividad en el estado.
“Curiosamente, creemos que existe un enfrentamiento entre grupos de huachicoleros, porque en los últimos veintitantos días han aparecido muertos. En Veracruz, por ejemplo, el personaje apodado El Vikingo, era un famoso huachicolero; aquí, en Mixquiahuala, La Parka; a principios de año El Tornillo. Son los alias de estos delincuentes, de estos grupos delictivos de los cuales se sentía la presencia en el estado de Hidalgo”, precisó.
Y explicó que en por lo menos 25 de los 84 municipios se ha detectado la ordeña de ductos mediante tomas clandestinas.Además, señaló a los municipios de Tula y Cuautepec entre los cuales han tenido mayores y numerosos problemas de esta índole.
Tan sólo el año pasado, en estos dos municipios se detectó casi el 50 por ciento de las perforaciones ilegales, ya que en conjunto sumaron 920 de las más de dos mil que se registraron en todo el estado, según datos de Pemex. En Tula, cercano al Estado de México, fueron 479 y en Cuautepec, ubicado a unos 30 minutos de Puebla, se encontraron 441.
A través de Hidalgo pasan tres de los seis ductos de Pemex, el ducto Tula-Toluca, el ducto Tula-Salamanca y el de Tuxpan-Azcapotzalco. Según datos del gobierno mexicano, la violencia homicida en los 25 municipios por donde pasan dichos ductos en Hidalgo es mayor que en el resto del estado. Por ello, “la entidad es vulnerable”, comentó Fayad.
De acuerdo con una revisión de este diario, durante 2018 se concentró en éstos el 63% de los homicidios ocurridos en todo el estado.
Estos municipios en particular de 2017 a 2018 registraron un incremento del 8% en el número de asesinatos, cuando en el mismo periodo de tiempo la tasa de crecimiento en municipios de Hidalgo donde no corren los ductos de Pemex es de cero.
Por ejemplo, en el municipio de Tlahuelilpan, donde explotó recientemente el ducto de Pemex, en 2017 no se habían registrado homicidios, pero para 2018 ocurrieron cuatro en una comunidad relativamente pequeña. En otros municipios el crecimiento de homicidios año contra año fue de hasta 300%, como en Tepeapulco, o de 233% en San Agustín Tlaxiaca.
El gobernador Fayad admitió que hay otros factores que han contribuido a que este fenómeno crezca en la entidad. Uno de ellos, dijo, es la pobreza.
“Pero no necesariamente el simple hecho de ser pobre hace que la gente sea delincuente. Eso también hay que darlo por descartado, porque tenemos zonas del estado muchísimo más pobres que aquellas donde se ha dado el problema del huachicol y no registran una situación similar”, precisó.
Fayad Meneses criticó a los legisladores federales por no ajustar una normatividad: “sin duda, la falta de una legislación adecuada al respecto fue uno de los factores que hizo que se incrementaran”.
Recordó que él impulsó como senador una iniciativa para crear la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Hidrocarburos.
Lo que se necesita, resaltó, es que “no encuentren la salida fácil los huachicoleros”. Que no cometan un delito federal y tengan las condiciones para evadir la sanción correspondiente.
Detalló que el 90 por ciento de los 46 heridos por la explosión del pasado 18 de enero se encuentran en una situación “muy delicada, de alto cuidado”.
El gobierno de Hidalgo, relató, ha puesto al servicio todo lo necesario para combatir el huachicoleo, como son elementos de la policía, patrullas, camionetas, drones, cámaras de videovigilancia, información, operativos, hasta el pago del Ejército, al que el año pasado se le destinaron 43 millones de pesos para que mantuviera su presencia en la entidad.
Y respecto a si es correcta la estrategia que se está implementando para frenar el huachicoleo o se debe realizar algún ajuste, toda vez que siguen perforando ductos, el gobernador hidalguense dijo que el Ejército es el único responsable de vigilar los ductos y son muchos kilómetros los que se deben cuidar, por lo que no es una tarea fácil.
“Con todo y la estrategia que ha tenido la Secretaría de la Defensa y el gobierno de la República, es muy difícil, se requieren muchas cosas.
Nosotros nos vamos a sumar, yo lo dije desde el primer día, a la estrategia del gobierno federal en el combate al huachicol”, concluye.
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