Ante el aumento significativo en las solicitudes de asilo en México que en el 2018 llegó a 29 mil 600, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en coordinación con los estados de Coahuila, Jalisco, Nuevo León y Aguascalientes, ha contribuido para dar alojamiento a los migrantes que ingresan al país.
Se trata de las ciudades de Saltillo, Guadalajara, Monterrey y Aguascalientes. En el caso de la Casa del Migrante de Saltillo, desde esta semana tiene un amplio espacio para brindar alojamiento digno a personas y familias refugiadas y solicitantes de asilo.
“Como ACNUR, nos enorgullece trabajar con la Casa en Saltillo y con docenas de casas a lo largo del territorio mexicano. Estas casas son realmente la columna vertebral de la respuesta humanitaria en el país y merecen todo el apoyo de Naciones Unidas y del Estado mexicano por el valor del trabajo que realizan”, dijo Mark Manley, representante de ACNUR en México.
Hoy en día, Saltillo se considera una ciudad solidaria. Alberga a 213 familias que en conjunto representan a 871 personas refugiadas.
De este total, el 92% provienen del Norte de Centroamérica y 54% son mujeres y 46% hombres.
El director de la Casa del Migrante Saltillo, el sacerdote Pedro Pantoja, manifestó: “Enfrentamos una movilidad humana herida por tantos acontecimientos de violencia, por lo cual, desde esta casa, queremos declarar fuertemente, proclamar y defender el goce y ejercicio pleno de los derechos humanos, especialmente para las personas y familias refugiadas”.
“El padre Pantoja es un personaje de gran trayectoria en Saltillo. Es una institución en el tema y hay mucho respeto por el trabajo que ha hecho. Tiene más de 30 años de brindar acompañamiento y asistencia humanitaria a personas en movilidad y desplazamiento. Son expertos en el tema y conocen perfectamente las necesidades que tiene esa población”, manifestó Ana Lorena Galindo, jefa de la Oficina de ACNUR en Saltillo.
Para nosotros, fue muy importante esta vinculación que tuvimos con la Casa del Migrante para poder generar un espacio desde las necesidades de la población. No era únicamente hacer un edificio por hacerlo sino que contara con los espacios adecuados para poder brindar una atención integral, refiere en entrevista.
Precisa que para que estos proyectos de apoyo a los refugiados y solicitantes de la condición de asilo sean exitosos, dependen de la coordinación interinstitucional.
Más allá de las facilidades que se tengan para que esto funcione, el trabajo que se desarrolla en Saltillo se hace con diferentes actores: autoridades de gobierno, la comunidad, organismos de la sociedad civil, la academia.
“Todo esto son factores fundamentales para que ahora pueda ser un modelo a replicarse en otros lugares”, dice.
Y para el coordinador general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), Andrés Ramírez, la creación del espacio en la Casa del Migrante de Saltillo, representa un avance en la resolución de situaciones específicas que favorecen la integración de las personas refugiadas y facilitan su estancia y bienestar en la comunidad.
“No es un espacio que se agrega nada más por agregar sino que resuelve muchos temas que son importantes y que permite brindar una atención mucho más integral”, precisó.
INTEGRACION DE REFUGIADOS
Desde 2016, la ACNUR cuenta con oficinas en la ciudad de Saltillo, que se dedica principalmente a facilitar la integración de las personas refugiadas.
De las 871 personas en esta condición de refugiadas, 586 se encuentran en edad productiva y hay una vinculación importante a través de la Secretaría del Trabajo con este proyecto y también con organismos empresariales como Canacintra que tienen un rol importante en el ofrecimiento de oportunidades laborales a esta población, refiere Ana Lorena Galindo.
Tenemos una respuesta muy positiva de trabajo tanto con los refugiados como con los solicitantes de esta condición. “La región está ávida de mano de obra. Hay una oferta importante laboral en todos los sectores”.
Así que trabajan un 55% en la industria; otro 38% en servicios y 4% en el comercio.Y de acuerdo al CONEVAL, de las 871 personas refugiadas que viven en Saltillo, 60% salió de la pobreza después de un año de radicarse en la capital de Coahuila y el resto, 40% está en vías de hacerlo.
No debe perderse de vista además, que el 100% de las niñas, niños y adolescentes que llegan a Saltillo tienen una oportunidad educativa. Eso habla de un acceso a derechos en oferta educativa dijo la Jefa de ACNUR.
Moderno, funcional es el espacio al que la Agencia de la ONU para los Refugiados contribuyó en su financiamiento. Cuenta con 8 habitaciones para atender a 54 personas de manera diferenciada: mujeres, hombres y familias. Se incluye un área para personas con discapacidad y un espacio de usos múltiples. Está equipado con camas, literas, refrigeradores, estufas, mesas y comedor.
