EL PASO, Texas. En los últimos años, Venezuela se ha convertido en uno de los principales emisores de migrantes a Estados Unidos, por encima de naciones como Ecuador, Guatemala, Honduras y Colombia. Las razones son la crisis social y política en ese país, pero también la expansión del grupo criminal conocido como el Tren de Aragua.
De acuerdo con agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), las operaciones de este grupo se extienden desde Chile, Perú y Colombia, hasta México y los estados de Texas, Florida, Nueva York e Illinois, en la Unión Americana.
Robos, secuestros, tráfico de drogas y personas, así como prostitución, son algunos de los crímenes en los que el Tren de Aragua está inmiscuido, aunque, de acuerdo con un agente de la CBP, los miembros de esta banda están dispuestos a realizar cualquier actividad ilícita que les genere recursos.
El que es considerado como la estructura criminal más poderosa de Venezuela también extendió su operación al cruce de migrantes por la frontera entre Estados Unidos y México, entre ellos jóvenes que son reclutados en países latinoamericanos para delinquir en esta nación.
De acuerdo con datos de la CBP, el número de migrantes venezolanos se disparó en sólo un año en el sector El Paso, de 25 mil en 2022 a 75 mil el año pasado. Fue en este periodo en el que las autoridades detectaron la infiltración de miembros del Tren de Aragua en caravanas de migrantes, que atravesaron por Ciudad Juárez a El Paso y rápidamente llegaron a Miami.
“Las operaciones del Tren de Aragua comenzaron con el cobro de cuotas a migrantes por servicios, como cargar teléfonos celulares, subir a autobuses, permitirles pasar la noche en habitaciones con calefacción, entre otros, pero luego empezaron a extorsionarlos de otras maneras y hoy participan en diversos delitos”, contó el agente.
De acuerdo con la CBP, este grupo delictivo tiene operaciones en ambos lados de la frontera, ya que se tiene detectada su presencia en localidades mexicanas como Ciudad Juárez y la propia Ciudad de México.
El Tren de Aragua tiene su origen en 2014 en la cárcel de Tocorón, en Venezuela, y fue a partir de 2018 que esta organización criminal decidió internacionalizarse, primero en Sudamérica y luego hacia el norte del continente.
Entre ese año y 2023, el Tren de Aragua construyó una red criminal transnacional que se expandió por medio de los flujos migratorios venezolanos y en gran medida por acuerdos con otros grupos criminales, como los cárteles mexicanos.
En la frontera, tienen asociación con el Cártel de Juárez, con quien operan una serie de delitos entre ellos secuestros, narcotráfico y trata.
Previamente, El Sol de México consultó a la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua sobre la injerencia de este grupo delictivo en la zona fronteriza, pero la dependencia no respondió.
En abril pasado, el Instituto Nacional de Migración (INM) dio a conocer la detención de al menos tres presuntos integrantes de esta organización que intentaban ingresar a México en medio de miles de venezolanos que cruzaron a Chiapas desde Guatemala el año pasado, mismos que fueron deportados a su país de origen, como lo hacen con integrantes de otras pandillas como la Mara Salvatrucha.
La CBP tiene identificado a Héctor Rusthenford Guerrero, alias El Niño Guerrero, como el cabecilla de esta banda, y por quien el gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares.
El venezolano habría operado tres años en Ciudad Juárez cobrando por seguridad a los migrantes que llegaban a la frontera con la intención de cruzar a Estados Unidos, hasta que el flujo migratorio se movió a Nogales, Sonora.
Es tal la penetración de este grupo delictivo que el pasado jueves 11 de julio la administración de Joe Biden anunció, en coordinación con el gobierno de Colombia, una recompensa de hasta 12 millones de dólares por información que conduzca a la detención en cualquier país de líderes del Tren de Aragua.
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En la operación del Tren de Aragua la CBP detectó que en México realiza secuestro y extorsiones, como principales delitos, asociado con otros grupos delincuenciales del país que provocan que el territorio nacional se convierta en un infierno para los migrantes de Centro y Sudamérica.
Con información de Roxana González/El Sol de México
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