Tras varios días de negociaciones, el gobernador Jerry Brown informó que California llegó a un acuerdo con el gobierno de Donald Trump sobre la misión de la Guardia Nacional en la frontera sur del país con México.
Este estado se ha mostrado renuente a la decisión de Trump sobre militarizar la frontera y el Departamento de Defensa confirmó que no participaría "en los esfuerzos del gobierno" para enviar las tropas.
E incluso el mandatario lo atacó en su cuenta de Twitter, advirtiendo que los índices de criminalidad aumentarían con su negativa.
Tras la firma del decreto, el gobernador Jerry Brown, indicó que enviará 400 soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México, pero aclaró que no desempeñarán labores relacionadas de alguna manera con la inmigración irregular.
"Seamos muy claros acerca del alcance de esta misión. No será una misión para construir un nuevo muro. No será una misión para acorralar a mujeres o niños o para detener a la gente que escapa de la violencia y que busca una vida mejor. Y la Guardia Nacional de California no hará cumplir leyes federales de inmigración", puntualizó el gobernador demócrata.
"Estos son los hechos: no hay una oleada masiva de inmigrantes llegando a California", añadió.