París, Francia.- El candidato social-liberal EmmanuelMacron, de 39 años, dio un paso decisivo para convertirseen el próximo presidente de Francia alclasificarse para la segunda vuelta con 23.9% de votos frente aMarine Le Pen, del Frente Nacional(FN) de extrema derecha, que terminó en segundo lugar con21.7% de los sufragios.
Macron quedaría consagrado presidente en elbalotaje previsto para el 7 de mayo con 62% de votos contra 38% deLe Pen, según una primera encuesta del institutoIpsos Sopra Steria.
Esa perspectiva parece descartar la amenaza que representaba laeventual llegada de la extrema derecha al poder.
En tercera posición llegó François Fillon,del partido Los Republicanos (LR) de la derechaconservadora, con 20%, seguido por el líder de ultra-izquierdaJean-Luc Melenchon, del movimiento FranciaInsumisa, que totalizó 19.2%. Elcandidato del Partido Socialista (PS), BenoîtHamon, quedó relegado a la quinta posición con 6.2% devotos. Detrás se ubicaron NicolasDupont-Aignan (derecha) con 4.8%, JeanLassalle (ruralista) 1.4%, PhilippePoutou (trotskista) 1.1%, FrançoisAsselineau (soberanista) 0.9%, NathalieArthaud 0.7% y Jacques Cheminade(conspiracionista) con 0.2%.
Apenas conocidos los resultados, el primer ministroBernard Cazeneuve y la gran mayoría de dirigentesde los grandes partidos apelaron a los electores a actuar con“espíritu republicano” en la segunda vuelta y votar porMacron para impedir la victoria del FN deMarine Le Pen. Solo Melenchon,visiblemente decepcionado, evitó pronunciarse y anunció queconsultará a los militantes para definir la posición de supartido.
La ausencia de mayoría parlamentaria puede constituir unaamenaza para el futuro presidente, pues lo obligaría a recurrir anegociaciones permanentes y alianzas circunstanciales para imponersu programa de gobierno, lo que significaría un regreso al sistemade la IV República.
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Para los otros partidos también constituye un desafío crucialporque la elección de 577 diputados -que se juega esencialmente anivel local -les puede permitir recuperar el impacto de la derrotade ayer y mantener una fuerza capaz de influir en el próximoquinquenio.
Francia vivió una revoluciónhistórica de su vida política
Los resultados de la elección presidencial constituyen unaverdadera revolución en la vida política francesa.
En primer lugar porque -por primera vez en la historia de laQuinta República, fundada por el generalCharles de Gaulle en 1958- elvoto popular llevó a las puertas del poder a un dirigente quehasta hace apenas dos años era casi desconocido del gran público.Macron, que fue ministro deEconomía del presidente socialistaFrançois Hollande, forjó su ascenso fuera de lasestructuras tradicionales. Su vertiginosa carrera, en cambio, laconstruyó al frente de un movimiento creado en abril de2016, hecho inédito en Franciaen los últimos 60 años.
El veredicto que arrojaron las urnas también constituye unauténtico cataclismo para los llamados “partidos de gobierno”que se alternan el poder desde hace 35 años: los herederos delgaullismo nucleados ahora en el partido LR y lossocialistas. En un acontecimiento sin precedentes, ambos fueronexcluidos en la fase eliminatoria y, por lo tanto, será la primeravez que ambos afuera del balotaje.
Por otra parte, la victoria de Macron marca elfinal de la polarización derecha-izquierda y su reemplazo por unmodelo reformista moderado ubicado en el centro del espectroideológico. El propio Macron se define como unhombre que no es “ni de izquierda ni de derecha”. En un año cambiamos el rostro de la vida políticafrancesa”, afirmó en su discurso, pronunciado dos y horas ymedia después de conocidos los resultados. Más información |
Pero el elemento más importante es que establece un nuevoequilibrio de fuerzas en el tablero político francés quereemplaza el tripartidismo que prevalecía hasta ahora. Las fuerzasdominantes surgidas de las urnas son ahora el centrismo que lideraMacron, una extrema derecha relativamente estable,un polo de derecha conservadora debilitado y en plena guerra civil,y -por último- una izquierda en plena mutación entre unPartido Socialista agónico y el movimientoFrancia Insumisa de Jean-LucMelenchon que aspira a reemplazarlo.
Esa recomposición deberá consolidarse en las eleccioneslegislativas de junio, pero es evidente que -cualquiera sea eldesenlace de esa batalla - que esta histórica jornada del 23 deabril cambió profundamente el rostro político deFrancia.
/amg