Enésimo grito de dolor del papa Francisco por la marea de inmigrantes y refugiados que en el mundo se ven obligados a abandonar sus tierras en busca de un futuro mejor y libre de conflictos. La ocasión esta vez fue su mensaje por la 51 Jornada Mundial de la Paz, que la Iglesia celebra cada primero del año, con el título Migrantes y refugiados, hombres y mujeres en busca de paz, un texto dedicado a los 250 millones de seres humanos que en todo el planeta se desplazan para encontrar un mundo mejor.
Bergoglio subrayó que “2017 estuvo empañado por guerras y mentiras”, acusando a “la humanidad de haber desperdiciado y herido” al año apenas concluido, si bien su mensaje estuvo centrado en particular en el delicado y complejo problema de los migrantes.