En junio, ante las extorsiones, robos y amenazas que sufrían pobladores de diferentes municipios de los Altos de Morelos, se anunció la creación de grupos de autodefensas, los primeros en surgir fueron en Tlalnepantla y la comunidad de Nepopualco de Totolapan, pero días más adelante se crearon en otras localidades de la región.
A mediados de junio, pobladores de Tlalnepantla y Nepopualco denunciaron que ante la inseguridad que se vive, decidieron crear su propio Comité de Vigilancia en distintas comunidades de Tlalnepantla y en Nepopualco, de Totolapan.
Cabe recordar que a finales de ese mes, José Manuel Mireles visitó el estado de Morelos, por lo que realizó un recorrido en algunos municipios para realizar la presentación de su libro Todos somos Autodefensas; una de las comunidades que visitó fue Nepopualco, la cual en ese momento admitía su interés por formalizarse como autodefensa debido a la inseguridad.
Tras su visita, se da a conocer que esa comunidad junto con habitantes de otras comunidades de Tlayacapan, Tetela del Volcán, Hueyapan y Tlalnepantla se unían y creaban sus grupos de autodefensas o guardias comunitarias.
También denunciaron que transportistas de esas comunidades y otros municipios que tenían sus ramales a la ciudad de Cuautla, eran víctima de extorsión por parte de grupos criminales que operaban en el municipio, exigiéndoles el cobro de piso, por lo que en algunos casos, los operadores habían sido agredidos físicamente para forzarlos a pagar.
A pesar de la presencia de estos grupos sociales que exigían la desaparición del Mando Único, debido a la falta de resultados en materia en esas regiones, la autoridades del Gobierno estatal, encabezada en ese entonces por Graco Ramírez, negaban su existencia; sin embargo el 23 de julio, miles de personas de las comunidades de Los Altos de Morelos bloquearon los dos principales acceso del Norte de Cuautla.
Durante esa manifestación, los habitantes exigieron la desaparición del Mando Único y que se les reconociera a las autodefensas en la región. Ocho días después, un ciudadano de origen colombiano fue retenido y asesinado por habitantes de Tetela del Volcán, al ser señalado como presunto extorsionador. En tanto, su vehículo fue incendiado.
El hombre, quien dijo ser prestamista de un grupo de colombianos que operaba en esa zona, aseguró que sólo iba a realizar los cobros de los préstamos que otorgó a habitantes de esa comunidad, sin embargo fue atado al asta bandera en la cabecera municipal, y la gente lo golpeó hasta asesinarlo.
En agosto, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) inició trabajos de desarme, además de un acercamiento con los representantes de las autodefensas para permitir su desaparición y la conformación de Consejo de Seguridad Ciudadana, al transformarse así en un ente civil auxiliar.