Pedro Martínez Bello, quien representaba legalmente al obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dio a conocer que a partir de este día dejó de ser el abogado del Monseñor.

A través de una carta dirigida a la opinión pública, el abogado dio a conocer que originalmente se le contrató para presentar la denuncia por la desaparición del obispo el fin de semana pasado; sin embargo, dijo que a partir de ahora serán los abogados del Episcopado quienes darán seguimiento a las investigaciones y se encargarán de integrar la carpeta de investigación.

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El pasado martes 30 de mayo, Martínez Bello declaró a los medios de comunicación que fue buscado por la Diócesis de Cuernavaca para levantar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Morelos por la desaparición del Obispo Emérito, quien fue visto por última vez el sábado en un establecimiento del municipio de Emiliano Zapata y horas más tarde localizado en la habitación de un hotel del poblado de Ocotepec, inconsciente.

Asimismo, confirmó que el prelado católico había sido drogado para robarle sus pertenencias, así como su camioneta y dinero en efectivo.

La tarde de este 1 de mayo, el abogado había señalado que sería este día cuando posiblemente el Obispo estuviera en posibilidades de declarar ante el Ministerio Público por los hechos ocurridos.