Por ganarse un poco de dinero para su sustento diario, un campesino realizó la tala de amates en el acueducto de la Exhacienda de El Hospital en Cuautla.
De acuerdo con la bióloga Rosa Marta Nava Oliva, del Colegio de Biólogos, las especies afectadas no podrán volver a crecer.
Por tanto, al tratarse de daños a una especie endémica en un monumento histórico, personal de Protección Ambiental llegó a la zona para proceder.
El trabajador, explicó que él sólo cumplía con una labor para la que fue contratado.
"Como lo que gano no me alcanza yo hago trabajos... Yo le entré por el interés de ganarme algo, pero no le pregunté si ya tenía permiso o nada, la verdad... A quien le corresponde es a la persona que me mandó".
Tras la llegada de personal de la Dirección de Protección Ambiental y elementos de seguridad pública, el hombre fue escoltado a la casa de su patrón, quien también dijo desconocer de la existencia de permisos ambientales para talar árboles en la zona y los catalogó como un peligro, al adherirse a la estructura del acueducto y poner en riesgo su estabilidad. Para la bióloga Nava Oliva, se trató de un delito biocultural.
“Es un delito biocultural, porque la parte biológica sería el árbol, y la parte cultural el monumento, y todo lo que es la arquitectura del paisaje, mas lo que representa socialmente el arco. Es un delito socioambiental”, dijo.
La adjudicación de las responsabilidades en el momento en que se realizaba la tala permitirá a las autoridades establecer las sanciones económicas correspondientes. De acuerdo con Raúl Aguilar Montiel, Director de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Protección Ambiental, las multas serán establecidas de acuerdo con la Ley de Ingresos del municipio.
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