El derrumbe de un paredón del panteón de La Paz en la colonia Los Pilares de Cuernavaca dejó como saldo cinco viviendas con afectaciones leves, sin lesionados. Personal de emergencias realizó un recorrido y determinó que el deslave contó una longitud lineal de aproximadamente 40 metros con altura de 30 metros.
Autoridades municipales informaron que tres de estas casas estaban deshabitadas y las otras no tuvieron daños graves, sin embargo, exhortaron a los habitantes a desalojar como medida de prevención.
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Se informó que este viernes el personal de la Coordinación Municipal de Protección Civil va a inspeccionar a detalle para determinar la medidas de reforzamiento.
No hubo personas lesionadas, sin embargo, sí se reportó personas que sufrieron una crisis nerviosa y fueron atendidos por la Cruz Roja. También acudió personal de la Guardia Nacional, así como de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES).
La señora Santa, vecina de la calle Bugambilias de dicha colonia, compartió su opinión sobre lo sucedido y aseguró que por voluntad propia no dejarán su patrimonio por el temor a perderlo.
“Sólo que nos digan a dónde nos vamos a ir y qué garantías tenemos de no perder la propiedad... Tengo 25 años de sacrificio y como para que te saquen a la calle pues no, esto es todo lo que has logrado en tu vida”, indicó.
Reubicarán tumbas del panteón de la Paz
El secretario de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos, Israel Albavera informó que la próxima semana comenzará la reubicación de tumbas del panteón de la Paz a fin de prevenir derrumbes. En una primera etapa comenzarán con 30 lápidas de 350 que se encuentran en una zona de riesgo.
“Estamos trabajando dentro del panteón construyendo las nuevas fosas para hacer la reubicación de los cuerpos que están sobre la franja de riesgo y también se ha notificado a las familias que están en esta zona. Protección Civil constantemente ha hecho notificaciones y más al empezar el temporal de lluvias”, indicó.
Para la obra se aprobaron 9 millones de pesos, que servirán también para colocar una canaleta que evite que el agua se desahogue directo en el talud. Mientras tanto se ofreció a los afectados incorporarse al albergue de la ayudantía de Chipitlán que cuenta con servicios básicos y espacio para ocho familias.