El gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo acusó que, tanto el fiscal general, Uriel Carmona, como el fiscal anticorrupción Juan Salazar y el presidente de la Comisión de Derechos Humanos Israel Hernández actúan como si fueran “Los Tres Ases” al proteger a exfuncionarios, en lugar de someterlos a la ley.
Pidió que exista una coordinación más allá de la amistad e investiguen verdaderamente los hechos delictivos que en varios años no se han tenido resultados.
“Nosotros seguiremos siendo frontales. Lo he dicho, no vamos a pactar con ningún delincuente y tampoco con ningún narcopolítico, no se han acercado, pero tampoco queremos que lo hagan; también los alcaldes deben ser responsables para reclutar a cadetes, con 3 mil policías no son suficientes”, sentenció.
La impunidad es un flagelo que incentiva la violencia, agregó el mandatario. “La gente quiere ver resultados y ese es el trabajo que debe hacer el fiscal, te voy a decir una cosa: el fiscal habla y dice que el gobierno está metido, y es muy fácil decir 'el gobierno me quiere sacar', el hermano carnal fiscal es él, porque Graco lo dejó a él y al fiscal anticorrupción para protegerlo”.
Sostuvo que el trabajo del Fiscal General del Estado es nulo porque cuando en la mesa de seguridad se le confronta sobre esta situación se limita a responder: “Estamos en investigaciones, ya estamos, ya lo tenemos... pero de ese ya lo tenemos nunca ha pasado nada”.
Le pidió que deje a un lado su labor política y profundice sus labores como procurador de justicia. “Al igual que el Fiscal Anticorrupción tiene más de 50 carpetas contra la anterior administración y qué ha hecho, esos son fiscales carnales, no ha pasado nada en tres años, ahí ves a Graco Ramírez paseando”.
Denominó a los fiscales y al presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado como “Los Tres Ases”, a quienes señaló de defenderse entre ellos: “Decirle al de Derechos Humanos que le diga al Fiscal que se ponga a chambear porque ellos sí son cuates, y también de Graco Ramírez”.
Exhortó a dejar la amistad a un lado y dar respuesta a la población luego de los hechos cometidos en bares como el “Bacacho”, “El Calipso", ambos sobre la avenida Río Mayo, así como a los familiares del activista Samir Flores, y al empresario “Jesús”, que en el caso de éste último fue asesinado en pleno zócalo de Cuernavaca.
EL CARTÓN DE CÓRDOVA
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