El rescate de una unidad del transporte público y el chofer cuesta más de 200 mil pesos cuando estas son secuestradas, aunque el rescate se paga y el delito se denuncia en la mayoría de las ocasiones sólo se recupera a la persona con severas marcas de violencia.
La Encuesta Nacional de Victimización y percepción sobre Seguridad Pública 2018 del INEGI señala que en 2017 se registró un incremento de víctimas de algún delito, en Morelos se registró una tasa de 17 mil 925 robos o asaltos en las calle, y transporte público; por su parte, transportistas públicos argumentan ser uno de los sectores más afectados.
Integrantes de la Confederación del transporte del estado de Morelos expusieron que en el sector de transporte, el problema de robos repercute más por el robo de taxis de modelos recientes; razón por la que muchos taxistas no adquieren un vehículo nuevo para ponerlos a trabajar.
Aunque no se detalla la cifra exacta de taxis o combis robadas, se calcula de uno a dos robos por la semana en el estado, algunas veces más.
Reconocieron que los robos, las extorciones y amenazas son la razón por la que muchos líderes y concesionarios han dejado de presentarse de forma pública y en casos extremos han vendido las unidades, incluso han optado por irse a radicar a otros estados.
Asimismo, precisaron que Cuernavaca es la zona más peligrosa para que el transporte pueda trabajar, seguido de manera igual por la zona Oriente y la zona Sur de Morelos.
Sabemos que no todo es culpa del Gobierno y que nosotros tenemos que poner de nuestra parte para darle solución al problema, al final de cuentas es la ciudadanía quien más sale afectada.
Por su parte, Cesar Yáñez Bustos, presidente de radio taxis ejecutivos de Cuautla Verde limón, se limitó a decir que tal y como la ciudadanía sufre la inseguridad, ellos como transportistas también.
Afirmó que en un secuestro de taxi ellos deben pagar de 180 mil a 220 mil pesos, y que si bien en las negociaciones siempre "se llega a acuerdos", lo único que llegan a recuperar es al chofer, con severas marcas de violencia física y mental; costillas rotas y huesos rotos es lo más común.
Cabe decir que hace menos de un mes también se registró un asesinato de un chofer de la ruta 6 - Tetelcingo.
Hace cuatro meses también en Cuautla se reporto la desaparición de un chofer y de una unidad de un conocido sitio de taxi, hasta la fecha ni la unidad ni la persona han aparecido, pese a que los familiares han acudido en repetidas ocasiones a hacer las denuncias correspondientes.