El delito de feminicidio en Morelos ha dejado a por lo menos 900 niños huérfanos desde bebés hasta menores de 17 años quienes se encuentran inscritos en el padrón estatal de víctimas, pero no solo se cuenta a ellos como afectados, ya que también sus abuelos son perjudicados por este delito debido a que deben de asumir el rol de papás.
Al respecto, Penélope Picazo Hernández, titular de la Comisionada Estatal de Atención y Reparación a Víctimas (CEARV) del delito, informó que el rango de edad más común entre estos pequeños es de 5 a 10 años, quienes están recibiendo varias medidas de asistencia, entre ellas, la más portantes la de educación.
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“Lamentablemente cuando se da este delito de feminicidio, hemos detectado que existe un gran número de menores víctimas de este delito, que son nuestras víctimas indirectas, ellos se encuentran inscritos en nuestro registro estatal y ellos tienen la calidad de víctima, lo que significa que tenemos la obligación de acompañarlos con medidas de asistencia, como alimentación, hospedaje, alojamiento y una muy importante es la de educación”, comentó.
El padrón general de víctimas en Morelos es de dos mil 988 personas que esta a punto del llegar hasta los tres mil casos debido a que durante ls últimos meses se tuvo un incremento de registro. De este total los niños o menores de edad representan un 30 por ciento de acuerdo a la CEARV.
“Completamente la tendencia de los casos de orfandad por feminicidio se da en extrema vulnerabilidad. Yo creo que este es un factor importante que se da más en la situación de personas con escasos recursos. Aunque sabemos que el feminicidio se puede dar en cualquier nivel, económico o socio cultural, pero creo que la incidencia mayor es de personas con esas características”, destacó.
Un caso como este, es el que vive la señora Luz María Arce Castro, quien desde el 12 de diciembre del 2018 se hace cargo de sus tres nietos , luego de que su hija Rocío Paloma Salgado de 31 años, mesera en el restaurante “Océano Dorado” de Temixco, fue víctima de feminicidio.
La mamá de los menores fue encontrada esa mañana sin vida en “Los Vados” del poblado de Tetlama de Temixco. Luz afirma que “ahora los niños tienen 11, nueve y siete años, van en quinto, cuatro y primero de primaria, pero a veces no tenemos muchos dinero para vivir bien”.
Y es que ella se dedica a vender ropa usada para sacarlos adelante, por lo que fueron ya inscritos en el padrón de víctima para recibir el apoyo y asistencia que se necesita con el fin de sacar a los pequeños adelante.
Por su parte, la organización feminista “Heroicas e Históricas”, afirmaron que en Morelos y en México las Fiscalías Estatales deben de hacer también responsables del tema de la violencia que pudieron haber vivido los menores previo o durante el feminicidio de sus madres.
“Tanto la fiscalía como la CEAV y el DIF deberían de categorizar a los menores víctimas indirectas de feminicidios para saber cómo atenderlos ya que muchos de ellos también son víctimas directas de la violencia que sufrían las madres, como violencia familiar e incluso violencia sexual, y la atención que tienen que recibir es particular a su contexto”, aseguró la organización.
Y es que si bien el número de menores que están siendo actualmente atendidos por la CEARV es alto, existen otros menores que están atravesando la misma situación sin recibir apoyo de las autoridades.
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