Edgar Berbeja, jefe de escoltas del Fiscal del Estado (FGE), Uriel Carmona Gándara, admitió que sí disparó al auto de los dos jóvenes que la tarde del jueves pasado detuvieron en la autopista México-Acapulco, por presuntamente atentar contra ellos; además, indicó que fueron los mismos muchachos quienes se provocaron las heridas.
En una grabación de 9 minutos difundida por la oficina de Comunicación Social de la Fiscalía, Edgar Berbeja afirmó que alrededor de las 15:30 horas de ese día, al salir de las instalaciones de la FGE en Temixco se encontraron a los dos muchachos.
El convoy tomó el bulevar Apatlaco con dirección a la caseta Desarrollo Industrial Emiliano Zapata (DIEZ), y durante ese trayecto los jóvenes se colocaron a corta distancia detrás de la camioneta de los escoltas y luego delante en la que viajaba Carmona Gándara.
Más tarde, los muchachos se detuvieron frente al convoy, así que los guardaespaldas rodearon el auto y siguieron hacia la autopista. En ese momento creyeron que se trataba de una falla mecánica, pero luego volvieron a encontrar el auto sobre la autopista México-Acapulco.
“Mi compañero que viene en la camioneta táctica me dijo 'jefe, ahí viene otra vez el carrito y le viene aventando el carro a los demás conductores', yo volteo y veo que viene con las luces enciendas en medio del camino acelerando y nosotros, al ver esta acción, nos hicimos hacia el carril derecho para dejarlos pasar y que se retiraran sin mayor problema”, afirmó.
Los dos jóvenes, según el escolta, alcanzaron al convoy y cuando estuvieron lo suficientemente cerca, bajaron un poco los vidrios y les hicieron señas a los escoltas para que se detuvieran. En seguida se colocaron delante de la camioneta del Fiscal y frenaron.
Edgar afirmó que él se bajó para pedirles que descendieran del auto sin saber cuántas personas iban a bordo y, según su relato, el conductor trató de atropellarlo y él disparó en una primera ocasión contra el piso y luego contra el cofre.
“Nos aventó el carro y para mi sorpresa este sujeto se baja en calzoncillos y se me abalanza para quitarme el arma, este cuate estuvo a punto de arrebatarme el arma, no sé qué hubiera pasado si mi compañero no se baja para ayudarme y someterlo”. El jefe de escoltas afirmó que él no golpeó al automovilista, sino que él mismo se empezó a azotar contra el pavimento caliente.
“Me dijo 'ya me la sé, esto es un abuso de autoridad y vas a ver lo que te va a pasar'. De pronto me doy cuenta que mi otro compañero ya también se estaba peleando y estuvo a punto de que el otro sujeto le arrebatara el arma que venía de acompañante”.
Al final ambos quedaron bajo arresto por los escoltas y más tarde por policías preventivos y guardias nacionales que acudieron al llamado de auxilio. También llegaron paramédicos pero los muchachos se habrían negado a recibir atención.
Pero a pesar de este relato, que fue vertido al Ministerio Público (MP), un juez local determinó dejar en libertad a Israel “N” y Javier “N” durante la mañana del pasado lunes, luego de que en audiencia de control de detención, consideró que no había suficientes pruebas que incriminaran a ambos muchachos en el delito de intento de homicidio y daños como fueron acusados.
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