Toda estrategia de pacificación que se piense ser llevada desde la comodidad que da una buena silla ejecutiva, el aire acondicionado a bajo volumen o el ligero sonido de la música clásica estará destinada al fracaso. Divididos muchas veces por la ideología, hablando de empresarios, religiosos, activistas y víctimas, coinciden en algo: una estrategia que no tiene empatía con la gente nunca rendirá frutos y seguirá viendo morir a sus iguales.
Las múltiples y cambiantes estrategias sexenales para recuperar la paz y regenerar el tejido social en México y en Morelos no incluyen en sus acciones la empatía hacia quienes están en desigualdad o ya son víctimas o hasta victimarios, opinan especialistas; la falta de voluntad para erradicar la impunidad e incentivar la participación social son características en las que coinciden las propuestas de pacificación del estado y del país, pues tanto empresarios, iglesia y colectivos precisan que ninguna estrategia sexenal ha funcionado para erradicar la violencia que deja miles de muertos, peor aún, que se acrecienta con los años.
Una reparación “integral” como la pretendida al crear la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas creada en el sexenio de Graco Ramírez Garrido Abreu no aleja a las víctimas del dolor. Integrantes del colectivo Regresando a Casa opinan que la estrategia debe ser preventiva, en donde se muestre a futuras generaciones que el camino de la paz es lo ideal para no convertirse en víctimas y victimarios; desde esta perspectiva, el plan “abrazos, no balazos” resulta una ofensa para quienes han cruzado por la desaparición de un ser querido.
En lo que sí coinciden es que atacar la violencia con más violencia como lo impuso el expresidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, no es la solución, pero sí lo sería una autoridad eficiente en el combate al crimen, fiscalías que de verdad procuren la justicia y tribunales que sancionen. Una estrategia que sea transversal y que no cambie con cada gobierno federal. Un gran pacto social también sería un eje prioritario.
Estrategias de pacificación
El presidente Felipe Calderón Hinojosa, de extracción panista, y quien estuvo en el cargo de 2006 al 2012, anunció su estrategia para recuperar la paz denominado Programa Nacional de Seguridad Pública, con miras a solucionar el problema en México para el año 2030, según se lee en el Diario Oficial de la Federación publicado el 23 de marzo de 2009.
En ese entonces argumentó que México tenía dos grandes problemas en materia de delitos del fuero federal: los delitos contra la salud con un 43.7 por ciento de los delitos totales cometidos en el país, y portación de arma de fuego con el 15.8 por ciento.
El rumbo que tomó al declarar la guerra al narcotráfico dejó miles de mexicanos y mexicanas muertas, o desaparecidas. Para el año 2010, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), habían ocurrido 25 mil 757 homicidios en el país. En Morelos 494, tan solo en Cuernavaca 196. En el 2011 el Instituto registró más de 27 mil 200 homicidios; para el 2012 casi 26 mil.
En el siguiente sexenio, ya con el priista Enrique Peña Nieto (2012-2018), se presentaron en noviembre de 2014 “las 10 medidas para mejorar la Seguridad, la Justicia y el Estado de Derecho en México”.
Peña Nieto expresó que los terribles hechos de Iguala también tienen un importante componente social y económico. Anunció una estrategia de desarrollo integral para reducir la pobreza, la marginación y la desigualdad en Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó en noviembre de 2018 su plan estratégico de seguridad denominado Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2014, en él se marcaron ejes como: Erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia, garantizar empleo, educación, salud y bienestar. Reformular el combate a las drogas, seguridad pública, seguridad nacional y paz, que considera el replanteamiento de la seguridad nacional, la reorientación de las Fuerzas Armadas y la creación de la Guardia Nacional.
Planes que han seguido adelante bajo un esquema de “abrazos no balazos” que a la fecha ha sumado 90 mil 406 homicidios en el país entre 2019, 2020 y 2021. En el caso de Morelos, el INEGI reporta 2 mil 603 entre 2019, 2020 y 2021.
Plan Don Bosco
José Antonio Sandoval Tajonar, presidente de la Fundación Don Bosco, presentó un plan de pacificación denominado “Construir la paz, rompiendo paradigmas”. En éste proponía caminar desde las orillas de las ciudades, en esos lugares en donde la pobreza está a flor de piel, y la igualdad de oportunidades llega lo mismo que un político en campaña. Solo a veces o nunca.
“En México y en Morelos debemos dar un paso hacia nuevas acciones para recuperar la paz entre nosotros, porque hoy estamos viviendo un deterioro enorme en la dinámica social, donde se incrementa la violencia de todo tipo, mucha muerte y mucha destrucción”.
Comentó que la “inacción” de la autoridad responsable de garantizar la seguridad que se ciñe a una estrategia de “abrazos no balazos” nunca darán resultados. Si bien la intención podría ser no combatir la violencia con más violencia, ésta se debe cimentar también en una “paz positiva” que genera un clima de paz.
Colectivos
Angélica Rodríguez Monrroy, del colectivo Regresando a Casa Morelos y madre de Viridiana Morales, desaparecida el 12 de agosto de 2012, responde que toda estrategia de paz que se trabaje y ejecute desde un escritorio y no desde las calles con la ciudadanía está destinada al fracaso.
“Hemos visto que la estrategia de abrazos no balazos no ha funcionado, pero además el gobierno no ha trabajado en políticas públicas para la prevención de las violencias, no trabaja con la escuelas, con los niños en donde se vive un clima de miedo con tantas desapariciones, feminicidios, con tanta impunidad”.
Platica que ellas mismas se han convertido en “constructoras de paz”, conjuntando esfuerzos con otras asociaciones civiles que acuden a escuelas, iglesias y todos aquellos espacios en donde la población suele reunirse; invitándolos a tejer una cultura de la paz por medio de los testimonios de víctimas “para que no le vuelva a pasar a nadie”.
Iglesia apela a la conciencia
Para alcanzar la paz, la sociedad debe asumir su propia conciencia, propone la Diócesis de Cuernavaca bajo la batuta del Obispo Ramón Castro Castro, como una alternativa para detener el odio entre seres humanos, y con ello la violencia.
En días pasados la Diócesis encabezó una marcha por la paz, misma que partió desde la iglesia de Tlaltenango hacia la explanada del zócalo de Cuernavaca para pedir un cese a la violencia, una oración por las víctimas, pero también para apelar a la conciencia de los criminales.
Como una estrategia “estúpida”, calificó el poeta y vocero del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia, el plan de Andrés Manuel López Obrador, en cuanto al combate a la violencia y la recuperación de la paz. En este sexenio se ha basado solo en la violencia, pero no ven más allá como es el problema de la impunidad, la justicia, “sin justicia nunca habrá paz”, en un país en donde se tiene un 100% de impunidad.
En lo que va de la administración de López Obrador son más de 121 mil asesinados y más de 21 mil desaparecidos “sólo en cuatro años”, dijo, cifra que ya rebasó los más de 156 mil asesinados con Enrique Peña Nieto, y los más de 121 mil con Felipe Calderón Hinojosa.
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