En el panteón de la Paz hay 150 tumbas que se encuentran en zona de riesgo, cuyos familiares aún no son notificados sobre esta situación, y tampoco han pagado mantenimiento en más de 25 años, alertó Israel Albavera Vázquez, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos de Cuernavaca.
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La situación representa un obstáculo para avanzar en las labores de exhumación, de las 375 tumbas ubicadas en zona de riesgo, aproximadamente 100 cuerpos ya se exhumaron. Asimismo, en un mes iniciarán las obras para estabilizar el talud en esta área.
"En caso de no localizar a las familias, las tumbas serán removidas", advirtió Albavera. Aunque la ley permite la remoción de los restos, el funcionario insistió en contactar a los familiares para que decidan el destino de los restos de sus seres queridos. A pesar de difundir en redes sociales e intentar contactarlos mediante el número de teléfono que tienen en la base de datos, no han tenido éxito.
Aunque la Secretaría tenía previsto concluir las exhumaciones en más de dos meses, la temporada de lluvias incrementa el riesgo de un desprendimiento, y por eso intensificaron los trabajos de campo, ya que sin el área libre de restos, la secretaría de obras municipal no puede iniciar con la estabilización del talud.
¿Cuál es la situación en Mina 5?
Urióstegui confirmó que la única forma de salvaguardar a la población de las colonias Los Pilares y Mina 5 sería deshabitando estas áreas. Sin embargo, incluso si se evacuara a los residentes, el municipio aún tendría que estabilizar el talud. "Una caída significativa de material podría llegar a la calle y más allá. Hemos evaluado opciones que van desde 60 hasta 100 millones de pesos para una zona que no debería estar habitada", añadió.
En las últimas dos semanas, se han registrado dos deslizamientos de material rocoso en los límites entre las colonias Los Pilares y Mina 5. En septiembre de 2023, un derrumbe en el panteón Jardines de la Paz dejó tres muertos y varios heridos, ya que el desprendimiento cayó sobre la zona urbana. Actualmente muchas familias se resisten a abandonar sus viviendas, pese al riesgo que eso significa.
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