Imposible reforestar en zonas dañadas por el fuego: Semarnat

"La reforestación no se puede llevar a cabo en las áreas que fueron afectadas por los incendios forestales", comentó Juan Ramón Acosta

Israel Mariano | El Sol de Cuernavaca

  · viernes 25 de junio de 2021

Angelina Albarrán | El Sol de Cuernavaca

"La reforestación no se puede llevar a cabo en las zonas dañadas por los incendios forestales porque naturalmente se requiere al menos que transcurra un ciclo, eso implica que la propia naturaleza inicia con la recuperación del suelo, pero además algunos seres requieren del juego, es decir no implica que con un incendio necesariamente se vaya a dañar todo el entorno ecológico", informó el delegado de la Semarnat, Juan Ramón Acosta.

El proceso natural en un entorno ecológico, explicó el especialista, es un programa de carácter integral que se debe cumplir y no acelerar, por lo que no se puede atender de inmediato aquellas hectáreas afectadas por los últimos incendios, ya que todo quiere de un proceso de la naturaleza, incluso las mismas plantas volverán a germinar por si solas.

Agregó que hay especies en la naturaleza que requieren del fuego y no significa que esa parte vaya a morir de manera definitiva.


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Anualmente, explicó, por la deforestación y no solo por el fuego se pierden alrededor de 400 y 500 hectáreas, uno de los factores que contribuyen a esto es el gradual aumento de las unidades habitacionales.

El funcionario federal hizo saber que si bien el programa de reforestación es de la Conafor, comentó que mediante un subsidio que se les hace a los ejidos y las comunidades es precisamente para hacer este tipo de campañas, y aunque hay proyectos maderables, va de la mano la reforestación, por lo que eventualmente cada ejido tiene un porcentaje de aprovechamiento maderable y no maderable.

Confió que si bien no existan datos precisos sobre la pérdida de recursos naturales y que pueda provocar la deforestación, existen estimaciones que señalan que van de 400 a 500 hectáreas y algunos dicen que hasta tres mil hectáreas, pero no hay estudios serios en este sentido, todo se basa en los inventarios forestales que se hacen cuando se actualizan cada cinco o diez años y allí se dan a conocer cifras de la perdida de la cobertura forestal, donde lo más grave es a partir de la construcción de viviendas.

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