Para evitar el acoso en el transporte público hay que afinar el protocolo manifestó Ana Karina Chumacero, presidenta de la organización civil Huitzitzilin. El reconocimiento del delito de acoso en el transporte público es un paso muy importante, sin embargo, aún hay escenarios por cubrir para que el protocolo funcione.
"Es bueno que estén tomando en cuenta los asuntos de interés público, sobre todo para que las mujeres sepan que en algún momento al tomar el transporte público podrán estar protegidas, pero aún hay que enriquecer el programa", dijo.
Ana Karina Chumacero aseguró que en Morelos hay personas expertas en temas de perspectiva de género y colectivas feministas que pueden aportar ideas para nutrir el protocolo de actuación en casos de acoso, ya que es un rubro que presenta muchas quejas.
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Además, exhortó a las mujeres a tener más seguridad al alzar la voz frente a estos casos, pues: "sin una voz no habrá culpable a quien señalar", agregó.
En lo que va del mes de marzo, Austria Vique, líder de la comunidad de mujeres "Nenis Morelos" denunció que en un periodo de 10 días hubo 120 denuncias ciudadanas por acoso en el transporte público, sobre todo en las rutas 13, 7 y 1, las cuales recorren varias zonas escolares.
¿Cuál es el protocolo?
Este consta de tres pasos:
- Al recibir el reporte de acoso, el chofer de la unidad deberá detener de inmediato la unidad sin abrir las puertas
- El operador deberá informar a los pasajeros que viajan en la unidad la situación
- El operador del transporte público deberá llamar al número de emergencia 911, para solicitar el apoyo de las unidades de seguridad pública, excepto cuando la víctima o sujeto pasivo no otorgue su consentimiento.
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