Un dos por ciento de las llamadas que en los últimos años recibe el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México, es de victimas de abuso sexual infantil que provienen del estado de Morelos.
Y es que en un reciente estudio sobre este tema, el organismo señala que los menores tardan hasta 50 años en reconocer haber sido víctimas de este delito. A nivel país las llamadas para denunciar este crimen tuvieron un incremento de hasta un 496 por ciento; además se reportó que los menores abusados viven en soledad la agresión.
Del total de las víctimas de abuso sexual, 90 por ciento son niñas; un 28.5 por ciento de los casos ocurrió cuando tenían entre 7 a 11 años de edad; el 22.9 por ciento a los 12 a 15 años de edad, y en el 2.9 por ciento cuando tenían de 0 a 3 años de edad.
En el estudio y a unos días de celebrarse el Día del Niño y la Niña en el país, el Consejo Ciudadano reveló un estudio denominado Créeles, siempre dicen la verdad, basado en las solicitudes de apoyo en la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza 55 5533 5533, en éste destaca que una persona que es abusada sexualmente durante la infancia poco denuncia por temor a ser reprimido por su victimario, incluso le lleva décadas hacerlo. El consejo ha recibido en los últimos 3 años ya 670 llamadas, con incrementos relevantes pues en 2020 eran 80, 477 en 2021 y para este año ya son 113. Siendo los meses de febrero y marzo de cada año el periodo en que más reportes se tienen.
Salvador Guerrero Chiprés, titular del órgano señala que “un 32 por ciento de las víctimas atendidas fue por ataques ocurridos hace más de cinco años y 15 por ciento entre uno y cuatro años. El 60 por ciento de los abusos se presentaron cuando tenían entre 7 y 11 años de edad, y en el 34 por ciento fue entre los 4 y 6 años”.
De los denunciantes, 27 de cada 100 no quieren interponer una denuncia formal al no tener apoyo en el seno familiar, siente culpa, o tiene apego emocional con el victimario.
“Un 20 por ciento sólo desea apoyo psicológico, el 7 por ciento es la primera vez que habla del tema y 4 por ciento tiene miedo al abusador, entre otras razones. La evidencia de los casos de abuso indica que las nociones de aislamiento, confianza sin fundamento en el victimario, silencio ante el poder y distanciamiento geográfico o comunicativo de las familias de los menores son precondiciones del abuso pederasta”.
Las agresiones contra los menores provienen en un 70 por ciento por parte de familiares cercanos como tíos o primos principalmente, pero también suelen ser los padres, abuelos, y hasta hermanos quienes ejercen sobre ellos frases de temor o les incitan a través de regalos o promesas; en más del 70 por ciento de los delitos ocurren en el hogar, el 4.4 por ciento en la escuela, el 2 por ciento en una fiesta, y el 1.7 por ciento en la vía pública.
El 7.15 de las víctimas acusa a la madre de proteger al agresor, el 6.3 por ciento dijo que es la familia quien lo protege, y el 6.9 por ciento inició una denuncia pero no le ha dado seguimiento. En 6 de cada 10 casos es la víctima quien solicita ayuda.
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