“No hay un lugar donde los ciudadanos se sientan seguros para transitar, pero lo hacen por necesidad”, dijo Antonio Sánchez Purón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Morelos, al aceptar que la inseguridad en los tramos carreteros sigue siendo un tema que le preocupa al sector empresarial y a la sociedad en general.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2023 (CNSPE) en el que revela que en las carreteras del estado de Morelos se registraron al menos 54 presuntos asaltos y robos; sin embargo, para Sánchez Purón la cifra puede ser mayor.
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El problema es que todo queda en el ámbito de la percepción porque nadie denuncia. De todos los casos que conozco, nadie lo ha hecho. Si bien no contamos con un diagnóstico formal, puedo decirte por experiencia que la inseguridad en tramos como la autopista México-Cuernavaca sigue siendo alarmante. ¿Qué carretera es segura?.
Los empresarios denuncian la ausencia de patrullajes en las carreteras, lo que, junto con otros factores, contribuye a que los usuarios sean víctimas de delitos, especialmente asaltos.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Morelos y la Asociación de Industriales y Empresarios de Morelos (ADIEM) coinciden en que una de las autopistas más peligrosas en términos de inseguridad es la México-Cuernavaca.
Rafael Ochoa Aguilar, presidente de ADIEM, comentó que las obras en esta autopista facilitan que los delincuentes actúen mientras el tráfico avanza lentamente: "Cuando el tránsito es a vuelta de rueda, los delincuentes aprovechan para asaltar. Ya hasta lo hemos dicho varias veces".
Algunos de los módulos operandi que han detectado los empresarios es la colocación de objetos en la pista para que las personas se frenen o caigan para entonces asaltar.
También han reportado a una camioneta que circula en la autopista México-Cuernavaca, donde al menos dos jóvenes usan las luces para invitar a los automovilistas a detenerse; al pensar que pueden ser autoridades, los usuarios se orillan y armados les quitan sus pertenencias.