La muerte de Margarita Ceceña, una joven cuautlense que fue rociada con gasolina por su concuño y quemada viva por sus familiares, ha vuelto a evidenciar la falta de preparación de la Fiscalía General del Estado (FGE) para atender a víctimas de violencia de género y prevenir feminicidios: desde mayo Margarita había acudido a denunciar amenazas y agresiones al ministerio público, pero su caso no fue atendido.

No es el primero. Antes de que su cuerpo fuera hallado sin vida el 7 de enero de 2022 en un predio de Achichipico, en el municipio de Yecapixtla, Beatriz Guadalupe, de 25 años, también denunció agresiones ante el ministerio público, las cuales fueron catalogadas como violencia doméstica, sin que se brindara protección a la joven.

Te interesa:

• Fiscalía de CDMX busca a Rautel N por feminicidio de Ariadna: estuvo en su funeral
• Muerte de Ariadna fue feminicidio; Fiscalía de CDMX contradice versión de Morelos
• Incapacidad e indolencia de autoridades frente a violencia contra mujeres: Divulvadoras

A casi siete meses de los hechos, su padre puede entender el dolor de las familias víctimas de un feminicidio: “Cuando eres de condición humilde económicamente, no hay justicia para uno”, lamenta Marcos Mendieta, padre de Beatriz.

Su muerte, señala, pudo haberse evitado en dos ocasiones: el 10 de noviembre de 2021, cuando padre e hija acudieron a la Unidad de Delitos Diversos, del municipio de Yecapixtla, adscrita a la Fiscalía Regional, a denunciar a la pareja de la joven por los golpes que había recibido. En lugar de volver a casa con la seguridad de que la justicia haría su trabajo, recibieron una respuesta desoladora: el auxiliar del ministerio público que los atendió les dijo que era probable que al día siguiente la pareja resolvería sus problemas y la denuncia no sería ratificada. Marcos y Beatriz volvieron decepcionados a casa. El delito fue clasificado como violencia doméstica.

Morelos carece de políticas integrales

Colectivas feministas como Heroicas e Históricas señalan que, a comparación de otros estados, Morelos no cuenta con políticas públicas integrales que permitan la disminución de la violencia de género, ya que refieren que, para lograr atención, prevención, justicia y erradicación se requiere la creación de leyes en donde se dé un acompañamiento desde las primeras muestras de violencia de género, la cual se inicia desde el primer contacto, que muchas veces es el municipio y estado, en donde se debe trabajar en la prevención, atención y erradicación, y por último se encuentra la impartición de justicia, desde la FGE, con la procuración de justicia; y los juzgados, con la impartición de la misma.

Las colectivas ejemplificaron que en otras entidades, como el Estado de México, desde el municipio, se cuenta con áreas específicas para brindar atención temprana de la violencia de género, en donde se da un acompañamiento a las víctimas. En esa entidad, refirieron, se cuenta hasta con células de búsqueda especializadas en atender las desapariciones de mujeres.

Morelos, en cambio, no cuenta con políticas públicas integrales en donde todas las autoridades establezcan las acciones en específico que se deben atender, a pesar de contar con recursos para atender la violencia de género, refieren las colectivas.

“Hemos visto, por ejemplo, que las mujeres muchas veces acuden a las instancias de la mujer de los municipios, y en estas áreas solo les dicen que les pueden brindar atención psicológica, o bien dan una orientación, pero no le dan un seguimiento o es más un acompañamiento para que denuncien y observar que la denuncia se presente y que, en caso de que sea necesario, a lo mejor canalizar con las áreas correspondientes de la fiscalía o Instituto de la Mujer, si es que su vida ya está en riesgo”, explicaron.

Precisaron que otra de las fallas es la falta de capacitación y la atención con perspectiva de género por parte del ministerio público para tomar las denuncias de lesiones y amenazas, ya que con esto podría permitir que se cuente con un historial de la violencia que está sufriendo la víctima y para que la autoridad la conozca y así emita las medidas de protección que requiere cada caso.

Lee:

• Feminicidios, a criterio de fiscalías y juzgadores
• Colectivas piden destitución de Uriel Carmona y Cuauhtémoc Blanco

Necesaria, reestructuración de la FGE: IMM

Es necesario que la Fiscalía General del Estado (FGE) realice un proceso de reestructuración interna que permita garantizar una atención adecuada para las personas que acuden a denunciar agresiones que ponen en peligro su vida:

“Es hora de que se revise cómo está actuando y se replantee la forma en la que reciben a las mujeres y cómo valora una persona funcionaria pública que hay o que no hay riesgo porque, entonces sí, hay responsabilidad cuando una usuaria fue y no se le atendió ni se valoró, ni se estimó el riesgo que corría su vida. Ahí la violencia feminicida tiene de cómplice a la violencia institucional”, consideró Claudia Rivera Miranda, secretaria ejecutiva y encargada de despacho del Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos.

Para la actual representante del instituto, casos como los de Margarita en Cuautla y Beatriz en Yecapixtla evidencian una problemática que va más allá de las deficiencias que enfrenta la fiscalía general, y que tiene que ver con una sociedad heteronormada, patriarcal y androcentrista, que va desde el núcleo familiar hasta el resto de las instituciones socializantes, pasando por la escuela.

Para Claudia Rivera, la exigencia tiene que ir más allá de la discusión política que podría generarse a nivel mediático, en busca de culpables institucionales, entre el IMM y la FGE, y no perder de vista que lo más importante es garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, con cambios sociales de mayor profundidad.

Centros de atención son insuficientes

En Morelos existen pocos espacios donde mujeres víctimas de violencia pueden ser canalizadas para ser albergadas junto con sus hijos, uno de ellos es el Vuelo de las Mariposas que opera en Cuautla pero que también atiende a mujeres de otros estados.

Ana María Gutiérrez González, quien está al frente de este centro, refirió que la atención que se brinda es integral, al otorgar asesoría y orientación psicológica y jurídica. Es hasta que la víctima se encuentra segura cuando las apoyan con la denuncia con el respaldo de especialistas.

Asimismo, la Fiscalía del Estado puso en marcha el Centro de Justicia para Mujeres donde se proporciona orientación, atención y protección a las víctimas. Actualmente existen dos sedes, una en Cuernavaca y otra en Yautepec.

Este lugar cuenta con espacios seguros para el acceso a la procuración de justicia y se prioriza la atención a las víctimas y a sus hijos las 24 horas del día y los 365 días del año.

Sin embargo, las integrantes de la colectiva Heroicas e Históricas manifestaron que es necesario que en la entidad se trabaje en la instalación de más Centros de Justicia para la Mujer, ya que son las áreas encargadas de atender los delitos que se cometen en contra de mujeres y cuentan con la capacitación adecuada y con perspectiva de género para atender a las mujeres víctima de violencia de género.

Refirieron que en Cuautla y varios municipios de la región oriente se está registrando un problema grave en violencia de género, sin embargo, solo existe un Centro de Justicia para Mujeres en la región oriente; es decir que no hay una accesibilidad de que exista uno cercano a las víctimas.

¿Cómo se tipifica el feminicidio?

De acuerdo con la Fiscalía del Estado para poder calificar el homicidio de una mujer como feminicidio se deben cumplir siete preceptos. De las investigaciones realizadas con metodología específica se deberán acreditar las razones de género de tipo penal contempladas en el código penal para el Estado de Morelos que establece el feminicidio, que son: que entre la víctima y el agresor exista una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, matrimonio, concubinato, noviazgo u otra relación de hecho.

• Que se haya dado una relación laboral, docente o cualquier otro que implique confianza, subordinación o superioridad.
• Que la víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo.
• A la víctima se le hayan infligido lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones previa o posterior a la privación de la vida.
• Consten antecedentes de amenazas, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima.
• El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público y que la víctima haya sido incomunicada.

Con información de Ofelia Espinoza

➡️ Recibe la mejor información semanal a través del Newsletter

Únete a nuestro canal de YouTube

➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!

➡️ Checa los temas de la edición impresa ¡SEMANAL!